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Jeongin se puso las manos sobre la boca cuando el placer comenzó a convertirse en demasiado para él. Apretó su cabeza contra las almohadas gruesas y caras y gimió largo y fuerte bajo sus manos mientras Hyunjin empujaba su boca más abajo en la longitud de la polla de Jeongin.

Y él quería más. Quería tanto más que no podía soportarlo.

¿Cómo demonios se las había arreglado Hyunjin para aprender a hacer esto tan bien?

Comparado con la otra persona que Jeongin había jodido, Hyunjin era un Dios en la cama. Era absurdo siquiera pensarlo, pero eso no impedía que fuera la verdad.

Hwang Hyunjin era increíble chupando la polla, y ese iba a ser un sentimiento que Jeongin nunca repetiría a nadie, ni siquiera a Hyunjin.

No quería que volviera con los padres de Hyunjin por una cosa, pero... Dios santo, Hyunjin acababa de poner los testículos de Jeongin en su boca.

Jeongin tuvo un espasmo, el repentino cambio en el placer hizo que se viniera duro y rápido sin querer. Sin querer.

Estaba terminado. Curvó los dedos de los pies hasta que se encogieron cuando llegó.

Por toda la cara del príncipe de los vampiros.

Hyunjin limpió parte del semen blanco perlado con el dorso de su mano.

El cuerpo entero de Jeongin permaneció rígido. En parte porque todavía estaba trabajando en el orgasmo y en parte porque era muy caliente ver a Hyunjin llevarse la mano a la lengua y lamer parte de la semilla que Jeongin había derramado sobre él.

Jeongin gimió.

—Te gusta verme hacer eso, ¿verdad? —Jeongin asintió. No iba a poder decir nada a eso cuando los únicos sonidos que querían salir de su boca eran pequeños ruidos chirriantes.

Hyunjin lo miró como si esa fuera la respuesta más sexy que podría haber recibido.

Y luego se veía como un depredador total mientras trepaba por el cuerpo de Jeongin, sus ojos todavía estaban rojos, y besó a Jeongin en la boca.

Jeongin cerró los ojos inmediatamente, envolviendo sus brazos alrededor de los hombros de Hyunjin.

Y entonces se dio cuenta de que se estaba probando a sí mismo.

¿Habían hecho eso antes? Jeongin se atoró en su cerebro, tratando de pensar en otro momento cuando Hyunjin lo había atacado y luego lo había besado, pero no se le ocurría nada.

Lo que sea. No le importaba. Esto se sintió bien. Esto se sintió íntimo. Solo para ellos.

Y en ese momento, si Hyunjin nunca decía que amaba a Jeongin, eso estaba bien. Jeongin estaba feliz de saber que estaba aquí con Hyunjin y que al vampiro le importaba.

Estaba feliz con eso, y quería estar con él durante el tiempo que este arreglo lo permitiera.

Le iba a romper el corazón, pero él iba a lidiar con eso después del hecho. Ahora no. Ahora él quería esto.

Hyunjin lo besó tan dulcemente, pero luego Jeongin gimió otra vez al sentir la fricción de sus pollas deslizándose juntas.

Está bien, tal vez no sea así. La polla de Hyunjin aún estaba cubierta, y eso fue una vergüenza porque Jeongin quería tocarla, estar completamente de piel a piel con su cuerpo suave, fresco y perfecto.

Es por eso que, torpemente, comenzó a tirar de la ropa de Hyunjin, tratando de quitársela, y gimió cuando parecía que no podía hacerlo sin mucha dificultad.

Hyunjin, el bastardo, sonrió contra la boca de Jeongin antes de echarse hacia atrás y sentarse sobre sus rodillas.

—¿Había algo que estabas tratando de hacer? —Jugaba con su cinturón, claramente burlándose de Jeongin.

royally pleasure, hyunin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora