royally pleasure, hyunin.

Final

—Uh, hola, Hyunjin.

Hyunjin se apartó de la pared y marchó hacia Jeongin. No. Marchó más allá de Jeongin.

¡Mierda!

Jeongin lo agarró del brazo y lo detuvo antes de que pudiera correr a la biblioteca y dejar que su padre lo tuviera.

—Hyun, por favor no lo hagas.

—Quiero.

—Yo no quiero que lo hagas.

Hyunjin podría haber arrancado su brazo de Jeongin y marchado allí si realmente quería. Tenía la fuerza para hacerlo, y no había ninguna razón en el mundo para que él hiciera lo que Jeongin quería que hiciera. Especialmente en este momento.

Por eso Jeongin estaba impresionado de que Hyunjin se detuviera.

Cuando volvió a mirar a Jeongin, todos los músculos de su cuerpo estaban tensos. Sus ojos eran de un brillante tono rojo que parecía casi brillar contra la naturaleza pálida de su piel.

Parecía que podía derretir el acero con esa mirada.

—Por favor, no te enojes.

Hyunjin se veía más allá de disgusto.

—¿Por qué crees que me enojaría contigo?

Jeongin negó con la cabeza.

—No lo hago. Estoy nervioso ahora mismo. Has oído todo eso, y...

—¡Deja de actuar como si fueras quien hizo algo mal allí! No lo hiciste. Y sé que puedes oírme allí, padre, así que mejor que dejes de ignorarme.

Cierto. A veces, Jeongin olvidaba que los vampiros también tenían un asombroso sentido del oído. El hecho de que el rey estuviera en otra habitación, a unos veinte pies de distancia con la puerta cerrada, no significaba que no pudiera oír todo lo que estaba sucediendo.

Las puertas de la biblioteca se abrieron. El rey salió. Mantuvo su espalda tan recta como siempre, con la barbilla levantada, y miró a Hyunjin a los ojos.

Jeongin no podía leer su expresión.

—Hijo.

—Padre.

Jeongin no iba a decir nada, pero creía que era increíblemente extraño cómo Hyunjin podía silbar una palabra que no tenía ningún sonido de S.

—¿Qué diablos pasa contigo? Es por eso que nunca puedo dejarlo para explorar el palacio por su cuenta. Porque sé que tú y mamá harán algo tan absolutamente despreciable.

—Hijo...

—¡Esperaba esto de mi madre! ¡No lo esperaba de ti!

—Estamos tratando de protegerte, hijo. Tu madre y yo, ambos. Ella te ama. Te quiero. Queremos lo mejor para ti.

Hyunjin negó con la cabeza.

—No, no lo haces. Quieres lo mejor para ti. Quieres que la Ton no sonría y se burle de ti y de mamá detrás de sus manos porque tú y mamá son débiles.

—Está bien, Hyunjin. Eso podría ser suficiente de hablarle así a tu papá sobre mí.

Jeongin nunca iba a bajar esto, y definitivamente no quería ser la razón por la cual su compañero no tenía una buena relación con sus padres.

No estaba bien, y no parecía ni siquiera remotamente justo. Para Hyunjin o sus padres.

Aunque a Jeongin realmente no le gustaban los padres de Hyunjin en este momento.