royally pleasure, hyunin.

23

Hyunjin llegó a Jeongin a sus habitaciones. Jeongin apenas podía aferrarse al vampiro, ya que prácticamente fue arrastrado de vuelta a las cámaras de Hyunjin.

Hyunjin no pudo cerrar la puerta lo suficientemente rápido. Se apartó brevemente del beso para girar y bloquear la puerta, pero también agarró una silla y la colocó debajo del pomo de la puerta.

Era una táctica que Hyunjin había emprendido después de la primera noche en que los habían atrapado juntos en la cama.

Después de que el rey y la reina ordenaron que se abriera la puerta de la habitación de Hyunjin porque pensaron que algo peligroso o desfavorable podría estar sucediendo con su hijo dentro de la habitación.

Hyunjin regresó a él rápidamente, con los ojos en llamas, como si le preocupara que Jeongin pudiera cambiar de opinión y pensar mejor esto.

Jeongin se dejó arrastrar a los brazos de Hyunjin. Envolvió sus brazos alrededor del cuello del hombre, poniendo sus manos en el cabello de Hyunjin y empujando sus bocas juntas nuevamente.

No era el más romántico de los besos. Era un poco descuidado, Jeongin no iba a mentir, pero todavía lo amaba.

Amaba la sensación y el sabor de los labios fríos de Hyunjin encima suyo. Quería más de eso. Quería que Hyunjin lo consumiera.

Quería que Hyunjin bebiera de él.

Las manos de Hyunjin eran ásperas mientras las deslizaba por la cintura de Jeongin. Jeongin gimió, y captó la indirecta cuando sintió que el príncipe vampiro se agachaba un poco, como si se estuviera preparando para levantar a Jeongin en sus brazos.

Jeongin ayudó saltando hacia ellos.

Nunca hubiera pensado que sería el tipo de persona que haría eso, pero parecía que hacía muchas cosas cuando se trataba de este hombre.

Y le encantó. Él amó todo eso.

Tómame. Jódeme. Bebe de mí y hazme tuyo. 

Incluso si Hyunjin no lo amaba. Incluso si todo esto fuera un experimento poco saludable para molestar a la gente, ¿por qué Jeongin no podría disfrutar de esto mientras duraba?

¿Por qué no podría pretender que esto duraría?

No lo haría. No había manera de que lo hiciera. Pero por ahora, quería estar con Hyunjin sin la preocupación de lo que pensaban los demás y el temor de lo que otras personas les harían por ello.

Hyunjin caminó hacia su estúpidamente grande cama con Jeongin en sus brazos. Derribó a Jeongin, aturdiéndolo mientras rebotaba en el colchón.

Jeongin miró al otro hombre, y no pudo evitar sonreír cuando Hyunjin se quitó la chaqueta y comenzó a desabotonarse la camisa.

—Uh, recuerdas que soy el humano aquí, ¿verdad? Soy el rompible entre los dos.

—Lo recuerdo, —dijo Hyunjin. —Pero tengo entendido que, en ocasiones, a los humanos les gusta un poco áspero.

Sus ojos tuvieron que parpadear cuando dijo esas palabras, ¿no es así? Y oh Dios, la polla de Jeongin se apretó, y sus pantalones de repente se sintieron demasiado apretados.

Rápidamente, trabajó para salir de ellos. Se sentía como un adolescente cachondo mientras luchaba con su cinturón.

La ropa que a los vampiros les gustaba llevar era tan condenadamente pomposa y, en algunos casos, demasiado graciosa para su gusto.

También fue difícil de eliminar.

Botones, cinturones y cremalleras habían existido durante mucho tiempo, pero parecía que los vampiros solo habían adoptado esta tecnología en los últimos años, y muchos todavía estaban en contra del uso de ellos.