royally pleasure, hyunin.

25

Jeongin se estaba cansando de irse a dormir después de que Hyunjin había estado cerca y luego se despertó y veía a Minho allí.

No es que no le gustara Minho, absolutamente le gustaba, pero después de que Jeongin había logrado enojar y poner celoso a Hyunjin, no veía la ventaja de tener a Minho aquí.

Aunque fue bueno verlo.

—Minho.

El otro hombre había estado sentado en la silla al lado de la cama, una silla de lectura en la que se suponía que el personal no debía estar sentado cuando estaban haciendo su limpieza.

Minho estaba pálido, y sus ojos se agrandaron cuando Jeongin dijo su nombre.

—Gracias a Dios.

—Espera...

Minho no esperó. Se inclinó, tomó la cara de Trevor en la mano y lo besó con fuerza en la boca.

Y luego lo hizo una y otra y otra vez.

Los ojos de Jeongin se abrieron de par en par. Sabía que debía decirle a Minho que lo dejara, pero esa sensación de lo bien que se sentían sus cálidos labios volvió a él.

La sensación de una boca que tenía sangre caliente corriendo a través de ella era muy diferente a la boca de un vampiro.

Jeongin era una persona terrible. Estaba enamorado de Hyunjin y, sin embargo, estaba permitiendo que Minho lo besara.

Él no podía hacer esto. Incluso si él estaba siendo un imbécil incierto acerca de sus sentimientos, tampoco podría tomar a Minho o lastimar a Hyunjin.

Puso su mano en el pecho de Minho y lo empujó hacia atrás, pero Minho apenas pareció notarlo cuando retrocedió, como si ya estuviera listo para terminar el beso y Jeongin fue un poco tarde para comunicar el mensaje.

—¿Estás bien? Joder, debería haber estado allí. Podría haber hecho algo.

Otra vez esto no.

—Estoy bien, Minho. No me pasa nada.

—Dijo que te derrumbaste—. Minho frunció el ceño un poco. — ¿Fue por esto?

Su toque fue suave cuando pasó los dedos por la mejilla de Jeongin.

Jeongin se estremeció ante el agradable toque, obligándose a apartarse del hombre.

—Uh, no, no fue eso.

Minho sacudió la cabeza, como si no lo creyera del todo.

—Alguien entró en la cocina y se llevó toda la comida. Todo lo que se había dispuesto y preparado de antemano para el almuerzo y la cena esta noche. Todo se ha ido.

Parecía que no quería hacer la pregunta, y Jeongin tampoco iba a facilitarle las cosas.

Minho finalmente lo escupió.

—Piensan que podrías haber sido envenenado.

Parecía tan asustado de tener que admitir eso en voz alta. Jeongin odiaba tener que preocuparlo, pero estaba contento de poder decirle que nada era fuera de lo común. Nada estaba mal.

—No creo que fuera veneno. Hyunjin también piensa eso, pero yo no.

Minho parecía que quería estrangularlo.

—¿Estás bromeando? ¡Jeongin! ¿Cómo puedes estar tan despreocupado por esto? Esta es tu vida. Alguien podría estar tratando de lastimarte.

—Dudo eso.

Y definitivamente tampoco quería pensar en la posibilidad. Solo quería seguir con su vida.

—Uh-uh, Jeongin, no evites esto solo porque te asusta.