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Amelia

Después de que todos terminaron de firmar nos aseguramos de que no falta nadie, para así podernos irnos de Hogsmeade.

El transcurso de Hogsmeade a Hogwarts fue bastante tranquilo, aunque aún podía ver un poco nervioso a Harry por el hecho de que ahora iba a dirigir a un grupo de adolescentes a los que sólo les importaba aprender magia y poder defenderse.

Sinceramente pensé que no aceptaría después de que todos en Cabeza de Puerco empezaran a hablar acerca de Cedric, sin embargo creo que todos le hicimos ver los logros que ha obtenido a lo largo de su estancia en Hogwarts.

Anteriormente le había mandado una carta a mi padre preguntando acerca de algunas situaciones que me ocurrían, y por lo que me dijo descubrí que era una metamorfomaga, aunque al no tener desarrollada la habilidad era un poco débil, por lo que uno de mis objetivos para cuando regresará a casa por navidad era pedirle ayuda Tonks.

Algo que me llamaba mucho mi atención y por lo que quería mejorar mi habilidad era el hecho de poder transformarte sin usar la poción multijugos, ya eso podría llegar a ser útil.

En cuanto llegamos a Hogwarts me despedí de los chicos y quedé de ver con ellos en la sala común de Gryffindor.

—Ten cuidado.—Dice Harry.

—Claro, hablamos después.—Contesto, después le di un casto beso ya que saquea que si no lo hacía los chicos comenzaron a hacernos burla.

Harry

—Lo único y más importante por ahora es encontrar un lugar seguro de Umbridge.—Menciono.

—¿Qué tal la casa de los gritos?—Sugiere Ginny.

—No, es muy pequeña.—Digo descartando la idea.

—El bosque prohibido.—Menciona Hermione.

—Ni lo sueñes.—Dice Ron.

—Harry, ¿qué pasa si Umbridge se entera de todo esto?—Pregunta Ginny.

—No importa.—Contesta Hermione haciendo que todos la miremos de una manera extraña por sus palabras.—Es emocionante, ¿no?, romper las reglas.

—¿Quién eres y qué hiciste con Hermione Granger?—Dice Ron.

—Nada.—Contesta, luego se acercó a mí— Algo que noté durante la reunión, es que Cho no dejaba de mirarte.—Susurra Hermione.

No pude evitar sentirme incómodo, pues antes de que Amelia viniera a Hogwarts tenía ciertos sentimientos por Cho, pero luego todo cambió.

—No me di cuenta.—Le susurro.—Los siguientes días tenemos que buscar un lugar para practicar, uno en donde Umbridge no nos descubra.—Menciono hacia los demás.

***

Decreto educacional no.68

Quedan disueltas todas las organizaciones estudiantiles, quién no acate este decreto será expulsado.

***

—¿No importa que lugar sea?—Me pregunta Amelia.

—No mucho, solo nos tiene que servir para entrenar y que Umbridge no nos descubra.

—Bien...—Dice pensativa.

—¿Tienes algún lugar en mente?—Pregunto.

—Sí, algo así.

Amelia

El lugar que se me ocurrió fue la sala de menesteres, pero debido al encantamiento que tenía el pergamino no tenía oportunidad de contarle a Draco.

Mi luz en la oscuridad 2 || Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora