Mi luz en la oscuridad 2 || Harry Potter

III

Amelia

Días anteriores le habíamos pedido permiso a Molly para poder salir e ir a la tienda de los gemelos, después de pensarlo aceptó, así que luego de comer nos dirigimos a la tienda.

Esta estaba situada en una esquina del Callejón, resaltaba demasiado gracias a los colores de las paredes, aunque lo que más resaltaba era la gran figura sobre la fachada, la cual era un réplica de los gemelos.

El lugar estaba lleno de gente, incluso aunque el lugar era muy grande había poco espacio para caminar cómodamente, todo a causa de la cantidad de personas. Me acerqué a uno de los estantes en donde habían golosinas, estaba buscando algunas que me gustaran.

—¿Vas a llevar algo?—Me pregunta Hermione acercándose.

—Sí.—Digo levantando los dulces que había tomado.

Ambas nos acercamos a donde estaban Ron, Harry y Ginny, aunque no duramos mucho con ellos debido a que Ginny y Hermione me jalaron a un pequeño estante color rosa.

—Polvo peruano de oscuridad instantánea.—Dice Harry asombrado viendo el producto.

—Ese se vende mucho, es útil para huidas veloces.—Explica Fred mientras le entregaba uno a Harry.

—Hola señoritas, ¿pociones de amor?—Nos pregunta George.

—¿En verdad funcionan?—Pregunto viendo la pequeña botella que contenía un líquido rosa.

—Por supuesto, aunque según dicen, tú y Ginny lo están haciendo bien sin ayuda.—Menciona George.

—¿De qué hablas?—Le pregunta Ginny a su hermano.

—¿No estás saliendo con Dean Thomas?—Dice Fred sonriendo.

—No les incumbe.—Contesta Ginny, para luego comenzar a caminar hacia otro lado de la tienda.

—¿Soy yo o acaso Cormac McLaggen te está viendo de la manera menos discreta?—Le susurro a Hermione.

—¿Qué?—Pregunta sonrojada.

—Está cerca de los estantes que están atrás de nosotras.—Menciono haciendo que Hermione volteara discretamente.

—Mejor vamos a pagar eso.—Dice Hermione empujándome ligeramente.

—¿Cuánto es por los dulces?—Pregunto a los gemelos.

—Querida Amelia, esto va por cortesía de la casa.—Dice George entregándome una bolsa con mi compra.

—Gracias.—Contesto.

—¿Cuánto por esto?—Pregunta Ron.

—Cinco galeones.—Dicen ambos.

—¿Cuánto para mí?—Pregunta Ron de nuevo.

—Cinco galeones.—Contestan nuevamente.

—Pero soy su hermano.—Menciona Ron ofendido.

—Entonces son diez galeones.—Dicen sonriendo.

—Vayámonos ya.—Dice Ron bajando las escaleras, aunque antes de salir alguien lo llamó.

—Hola Ron.—Dice Lavender.

—Hola.—Contesta extrañado ante el saludo de Lavender.

—Hay que salir antes de que alguien más vea tu cara de celos.—Le susurro a Hermione.

—Eso no es cierto.—Dice mientras salíamos a la calle.—El lugar está repleto de gente.—Les comenta a los chicos.

—Fred dice que la gente necesita divertirse.—Contesta Ron.