7~ Decir

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A pasado una semana desde que pasó ese incidente en el laboratorio del profesor, lo he notado más serio de lo normal, pero supongo que es porque su experimento no resultó cómo esperaba.

Arregle mis cosas para ir a trabajar, recién había terminado mis deberes de la universidad y justo ayer recibí mi primer pago, ya que le pedí al profesor que me diera el pago mensual dividido en las semanas del mes.

Me sobró un poco de lo que me pagó, y por alguna razón... Quería llevarle algo de regalo, para ver sí así se relaja un poco, el único problema que tengo es, ¿Qué le compró a ese tipo?.

Pensaba miles de cosas, las cuales no sabía sí le gustaban, hasta que recordé algo que vi en su habitación cuando desperté el día del incidente, habían varios recipientes vacíos de pudin en un bote de basura en un rincón del cuarto... Creo que podría llevarle unos.

Pasé a un supermercado para comprarle una cajita con seis pudines de chocolate y me dirigí al laboratorio.

Cuando llegue solo pasé de largo por la casa, me entregaron una llave para ingresar a esa vivienda. Llegué al laboratorio y al entrar me encontré con el profesor que estaba anotando varios cálculos en una pizarra de tiza que tiene en el sitio.

-Buenas tardes profesor -.

-Buenas tardes Invictorpoldo, ¿Cómo te encuentras?, ¿Algún efecto tardío del afrodisíaco de la semana pasada? -.

-Todo en orden, creo que solo fueron efectos temporales, ¿Usted cómo se encuentra? -.

Él volteó a verme y se quitó los lentes, se notaba la confusión en su mirada. -Bien... Gracias por preguntar -.

-¿Nunca le habían preguntado cómo estaba? -.

-No, pero es porque no salgo muy seguido y no es de la incumbencia de mis asistentes preocuparse por mi estado -.

-Considero que es una formalidad y una forma de mostrar interés por su bienestar, con esa lógica, usted tampoco debería preocuparse por mi estado -.

-Sí tu lo dices... En parte tiene sentido -.

-A propósito... Traje esto para usted, lo he notado muy pensativo -; Dije y extendí mis brazos dándole la caja.

Timbalosky la recibió y la miró un poco para luego mostrarme una ligera sonrisa, aunque también note un tono carmesí muy ligero en sus mejillas.

-Gracias... Son de mis favoritos, ¿Cómo sabias que me gustaba el pudin? -.

-Porque todos aman el pudin... Y porque vi unos frascos de esa marca en su habitación hace unos días -.

Dio una risa nasal y... Me acarició el cabello(?... Volví a sentir esa sensación de la vez pasada, pero está vez se sentía con más intensidad... Cómo si hubiera un interés o cariño de por medio.

-Muy bien Poldo, hoy solo vamos a organizar los químicos y los guardaremos en la sala de menesteres, para evitar otro incidente cómo el de la semana pasada -; Me explicó mientras volvía a tomar seriedad y quitaba su mano enguantada de mi cabeza.

Pasamos toda la tarde limpiando y organizando los menesteres y químicos, aunque el profesor se mantenía muy atento de mí, seguramente porque pensaba que podía romper algo.

Cuando vi la hora, eran las 5:30 de la tarde, y estaba empezando a atardecer, ya podía irme a mi casa, tomé mis cosas y cuando estaba por salir vi a Timbalosky sentado en la orilla de la terraza del laboratorio.

Rápidamente volví a entrar y subí las escaleras para llegar a la terraza. Allí estaba, precisamente, sentado en la barra de seguridad de la terraza.

-Profesor, ¿Qué está haciendo? -; Pregunté un poco nervioso, me preocupaba que fuera a, lanzarse de allí.

-Solo veo el atardecer, vengo más seguido de lo que crees -; Me respondió y note que a su lado tenía la caja de pudines, mientras se comía uno.

Me acerqué a dónde él estaba y con un poco de miedo me senté a su lado, la verdad, el paisaje del atardecer es hermoso desde aquí, aunque saber que puedo caer y morir le roba un poco el encanto.

-Toma uno, están deliciosos -.

Acepté el pudin que me dio y empecé a comerlo estando a su lado, sí que estaba rico, ya entiendo porque le gustan tanto.

-Disculpe, profesor... -.

-Dime -.

-¿Cómo van las heridas de sus manos? -.

Él me miró un poco nervioso, así que yo baje mi frasquito de pudin y con algo de miedo de caer, tomé sus manos y retiré sus guantes con cuidado, note cómo los rasguños de antes ya estaban cicatrizando, pero no de la manera correcta.

-Señor, por favor cuide sus heridas, es arriesgado -.

-Se que es arriesgado, pero no tengo tiempo para eso, tengo mucho trabajo que hacer -.

-Sino lo hace por usted, entonces hágalo por mí... -; Ni yo sé porque dije eso, este tipo apenas me conoce.

-Vale... Intentaré ser más cuidadoso sí es que eso ya te calma un poco -.

-Ya es algo -; Respondí y estaba por volver a tomar mi pudin, aunque perdí el equilibrio y de lo único que logré sostenerme fue de la bata del profesor.

Él me tomó de los brazos para que mantuviera el equilibrio y mi rostro quedó contra su pecho... Sentí el aroma de su loción, tengo que a aceptar que huele muy bien...

-¿Te encuentras bien? -; Me preguntó un poco nervioso mientras me abrazaba contra su pecho para que no cayera.

-S-si... T-total-mente bien... -; Sentía mi cara hirviendo al estar contra su pecho que se sentía firme y cada vez me impregnaba más su fragancia... Dios mío, que vergüenza...

-Mejor bajemos de aquí -.

-¿Por qué? -; Si, ya estaba tan atontado que no sabía ni qué decía.

-Porque no quiero que te hagas daño, me preocupa que te lastimes -.

... ¿Qué acaba de decir?.

Mi Aprendiz {Poldolosky}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora