15~ Daño

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5 meses... Llevó 5 meses trabajando para el profesor y creo que nos hemos vuelto más cercanos.

Este tiempo también he estado tomando clases de ruso y lo he puesto en práctica con él. Gracias a esto es más abierto conmigo y solemos hablar de cosas diferentes, ya no solo del trabajo.

También me da algunas clases de química y se nota bastante que le gusta enseñarme el tema, además, es bastante interesante y entretenido, le entiendo mejor que a mi profesor de la universidad.

Hemos llegado a tener bastante confianza entre nosotros y hoy he decidido dar un ligero avance. Me encuentro en la habitación del profesor, jugando con Kakao, ya que Losky está con los demás conejos vacunandolos, pero Kakao es más pequeño que los otros conejitos, así que a él todavía no podemos desparacitarlo.

Llegó un rato después con los conejitos, aunque Oblako venía dormido, él me dijo que no sé quedaba quieto y tuvo que anesteciarlo ligeramente, pero que en unos 10 minutos ya se despertaría.

-Losky -.

-Dime -.

-Quería pedirte algo un poco diferente -.

-¿Qué cosa? -.

¿Le gustaría salir conmigo está noche al cine? -.

-Claro, no veo que tiene diferente, solemos salir juntos a veces -.

-No me has entendido, no te invito cómo amigos o compañeros... Es una cita -.

De inmediato su rostro cambió de color, estaba totalmente sonrojada que hasta llegué a pensar que se iba a desmayar. Tartamudeo bastante intentando responderme, me preocupa haber ido muy rápido.

-Vale... Y-yo... Acepto, ¿A qué hora? -; Me respondió y preguntó mientras veía cómo se quitaba los guantes.

-A las 7:00 p.m. En la entrada del cine, ¿De acuerdo? -.

-De acuerdo... -.

Hubo un largo silencio en la habitación, solo se escuchaba cómo Porokh comía un poco de su alimento en la jaula.

Yo me levante de la cama, dejando a Kakao en la cama y me pare frente a Losky, allí tomé sus manos y las mire un poco, ya habían sanado sus heridas, evidentemente, han pasado varios meses, pero note que sí cicatrizaron mejor que las otras heridas que tiene.

-Me alegra que hayas cuidado tus heridas cómo me lo prometiste -.

Losky no me respondió, yo estaba distraído acariciando el dorso de sus manos, de la nada sentí su frente contra la mía y cruzamos miradas.

Nos veíamos atentamente, por un momento olvide dónde estaba o qué se supone que estaba haciendo. Su mirada se veía tan tranquila y hasta cierto punto relajante. No podía dejar de observarlo.

Inconscientemente empecé a acercarme a su rostro, desde hace meses deseo probar sus labios estando cuerdo. Él no se alejo, a lo contrario, también empezó a acercarse a mí.

Su respiración chocaba con la mía, ya ambos teníamos los ojos cerrados, en cualquier momento haría ese contacto que tanto deseaba...

-¡Invictorpoldo!, ¡Alguien vino a buscarte! -; Escuché que gritaron desde la planta baja.

En automático salimos de nuestra burbuja y tomamos distancia de nuevo, reemplazando la serenidad anterior por una atmósfera más incomoda entre ambos.

-Y-ya debo irme, le pedí a un amigo que pasará a traerme para un trabajo en grupo de la universidad... -; Me explique tomando mi mochila, ya que la lleve conmigo porque recién había salido de la universidad.

-Claro, supongo que te veré está noche -; Me respondió Losky mientras tomaba a Kakao entre sus manos. -Suerte en su trabajo, seguro les saldrá bien -.

-Gracias Losky, te veo está noche -.

Me acerqué a él y le di un ligero beso en la mejilla para despedirme, salí de la habitación y así mismo de la casa para poder irme con Mondongo, un amigo mío de la universidad.

...

No sé que mejor está pasando, esto es lo último que quería que pasará y ahora me molesta no él que Poldo me guste, sino que esto cambia todos mis planes.

Él me ayuda a probar varios experimentos sencillos, pero no me atrevo a probar los más peligrosos con él, me preocupa que le pasé algo malo por mi culpa y eso detiene mi progreso en la experimentación.

Tengo que tener seriedad en el asunto y apegarme al plan, ya me gane su confianza, ahora ya puedo sucumbirlo en un experimento...

¿Pero cómo voy a dañar esa hermosa sonrisa?... Esos ojos verdes, alegres y llenos de vida... Esa suave cabello y... ¡MIERDA!, odio sentirme así...

Suspiré cansado y me senté en el suelo mientras los conejitos saltaban por el suelo de la habitación, en eso se me acercó el conejito café, al cuál le pusimos Poldo.

Lo cargué con cuidado y lo acaricie...

No soy capaz de hacerte algo malo... Tenia que utilizarte para los experimentos y ahora... No me siento capaz de hacerte el mínimo daño...

Mi Aprendiz {Poldolosky}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora