Cuando terminó de guardar los libros y los cuadernos en la mochila, empezó a ordenar su cuarto.
Y es que a Leila le gusta que todo esté perfecto, que nada esté fuera de su sitio.
Su móvil empezó a vibrar mientras que la pantalla se iluminaba. Descolgó.
-"Buenos días preciosa, ¿cómo está mi señorita Simpson?" se escuchó al otro lado de la línea nada más pulsar el botón verde.
-"Muy bien señorita Ball, ¿y tú?"
Guada es una de mis 'internet best friends'. Es una de las mejores personas que conozco. Te ayuda siempre que puede sin pedir nada a cambio. Es muy valiente, fuerte y luchadora. Ha pasado por muchos malos tragos en su vida. Ha sufrido mucho. Y aun así, siempre tiene una sonrisa en la cara.
-"Yo bien, muy nerviosa." Contestó temblorosa.
-"¿Qué pasa?" Pregunté preocupada.
-"¡QUEDAN 29 DÍAS PARA EL CONCIERTO!" Dijo casi gritando.
-"Tonta, me habías asustado."
-"Y hay más."
-"¿Más?" Pregunté extrañada.
-"¡EN 29 DÍAS ABRAZAS A BRAD!"
Empecé a gritar como una loca. Pero al poco tiempo entristecí.
-"Eh, ¿qué pasa?" Preguntó mi amiga que había notado que estaba triste.
-"No estoy tan segura de eso Guada."
-"¿Por qué?"
-"Nunca tengo suerte en nada."
-"¿Cómo qué no? El otro día te dio follow y te retwitteó un tweet, y encima habéis hablado por MD. No es suerte Leila, es el destino. Estáis hechos el uno para el otro. Y sé que vas a abrazarle, porque nunca te rindes, y lo que te propones lo consigues. Además, nadie se merece abrazar a Brad más que tú."
Suspiré. Guada se merece el cielo. Sus palabras avivaron la llama que me da fuerzas para luchar.
-"Tienes razón. Pero no voy a abrazarle yo sola. Vamos a abrazarles las cuatro. Estoy cansada de que gente que ni sabe cómo se llaman les conozcan, y nosotras mientras, comiéndonos los mocos. Te lo prometo Guannor, el 25 de octubre abrazas a Connor." Lo dije más convencida que nunca. Y es que si alguien se merece abrazarles, ellas son Arge, Lydia y Guada.
-"Leila joder, te quiero." Dijo entre lágrimas.
-"Eh, ahórrate las lágrimas para cuando conozcas a Connor."
Estaba deseando abrazar a Brad. Lo necesitaba más que cualquier cosa. Necesitaba tenerle entre mis brazos. Oler su ropa. Tocar su pelo. Mirarle fijamente a los ojos y decirle lo mucho que le amo. Ojalá él también se muriese de ganas por abrazarme. La vibración del móvil me sacó de mis pensamientos.
-"¿Qué suena, tía?" Preguntó Guada que seguía al otro lado del teléfono.
-"Mi móvil, que no deja de vibrar. Espera un momento que voy a ver qué pasa."
-"Vale."
Me despegué el móvil de la oreja, bajé la persianita de la pantalla y vi que tenía 89 notificaciones nuevas de twitter. Estaba confusa.
-"LEILA QUE TE HA RETWITTEADO BRAD." Dijo Guada gritando sin dejarme ver a qué se debía tanto revuelo.
"-¿¡QUÉÉÉÉÉ!?" dije alzando el tono.
-"SIIIII. ¡BREILA ES REAL!"
Empecé a gritar. Dios. No me lo podía creer. Era el segundo RT que me daba en apenas tres días. Me puse a pensar. Ese tweet lo puse esta mañana, la primera vez que me desvelé. Miré el reloj. ¡Habían pasado tres horas! Empecé a comerme la cabeza. ¿Tendrá mis notificaciones activadas? Imposible. Le llegarían cientos de tweets. Quizá se meta en mi perfil de vez en cuando. Necesitaba hablar con él. Me estaba empezando a volver loca.
-"Guada, luego hablamos y te cuento si hay novedades." Y colgué sin dejar que se despidiera.
Me senté en la cama. Me metí en su perfil de twitter. Las notificaciones seguían aumentando, pero eso era lo de menos. Las dudas se volvieron a apoderar de mí. Una vez más, no sabía que escribirle.
Pero no hizo falta, ya que el primero en empezar la conversación fue él.