El móvil resbaló de entre mis dedos cayendo encima de la cama.
Me había quedado inmóvil.
Brad, mi ídolo, acababa de retwittear un tweet mío.
No, no podía ser cierto. Me estaba volviendo loca, eso era todo.
Me froté los ojos para comprobar que estaba despierta y cogí el móvil de nuevo que no dejaba de recibir notificaciones.
En apenas 5 minutos, mi tweet tenía 570 rt's, 841 favoritos y muchísimas respuestas.
Pero eso no terminó allí. Pasados tres minutos me llegó una respuesta al tweet:
-@TheVampsBrad te ha mencionado en un tweet:
@TheVampsLeila I love you too ❤
-"NO PUEDE SER. ¡NO PUEDE SERRRR!"
Empecé a llorar y la raya y el rimmel se fueron extendiendo por la parte inferior de mis ojos.
Parecía un mapache-zombie de resaca. Sin duda estaba horrible.
Salí de mi habitación corriendo y gritando por toda la casa que Brad me había mencionado en twitter y poco después me había comenzado a seguir.
No lo dudé ni un momento y le mandé un mensaje directo:
-"Muchísimas gracias por seguirme. Gracias por todo. No me lo puedo creer. Te quiero tanto. Gracias por hacerme creer en mis sueños. Te amo Brad."
La felicidad me invadía y comencé a llorar con más fuerza.
Llamé a Arge para contarle todo lo que había pasado.
-"Dios Leila me alegro muchísimo por ti. Te lo mereces tanto..."
No dejaba de decirlo.
Me sentía tan feliz.
Jamás pensé que llegase a conseguirlo algún día. Mi ídolo sabía que existía. Es más, había estado hablando con él.
