Aunque fuera una de sus mayores fans, había cosas que aún desconocía de él. De lo de Chloe no tenía ni la más mínima idea, y aunque no le gustaba darle mucho protagonismo, algún día tendría que contárselo.
Estaba súper ilusionado por la gira, pero deseaba con todas sus fuerzas que llegase el 25 de octubre. Y ella también lo deseaba con toda su alma. Es más, necesitaba que ese día llegase.
Tenía la oportunidad de su vida. La oportunidad para abrazar a aquel chico que llegó a su vida por casualidad y sin darse cuenta se convirtió en ella.
Se le encogía el corazón cada vez que pensaba como sería ese momento. Pero seguramente, cuando se cumpla, no se parecerá lo más mínimo. Será completamente distinto. Un momento mágico. Y, quizás, único en su vida.
Al menos eso es lo que ella pensaba. Que cuando se diera cuenta de que lo había conseguido, ya habría pasado mucho tiempo de eso.
Todo era tan irreal. Ella, una chica normal de 17 años, una fan más, estaba hablando con su ídolo. Al menos, él ya sabía de su existencia, y desde mucho antes de lo que ella pensaba.
Una gran parte del mayor sueño de su vida, se estaba cumpliendo. No era capaz de asimilar todo lo que estaba viviendo. La cantidad de chicas que desearían estar en su piel. Vivir lo que está viviendo. Sin duda, era muy afortunada. Por una vez, la vida le sonreía. La suerte estaba de su lado. O quizá, todo sea culpa del destino. Un destino que les quiere unir. Un destino que tarde o temprano terminará cumpliendo lo que desea, lo que ambos desean.