Guardé las entradas en mi mochila y fui corriendo a mi casa.
-"¡MAMÁ YA TENGO LAS ENTRADAS!" entré gritando en casa.
-"Tranquila hija, que te va a dar algo antes de que llegues al concierto". Dijo mi madre y me dio un beso en la frente. "Ahora ya sabes lo que tienes que hacer". Continuó diciendo.
Asentí con la cabeza y subí corriendo a mi habitación.
Guardé las entradas en un cajón. Coji mi móvil y abrí twitter.
Puse unos 20 tweets de que ya tenía las entradas, e incluso subí alguna foto de estas.
Recibí algunos unfollows de gente que se había quedado sin entradas. Pero me daba bastante igual. En esos momentos rebosaba felicidad y no había nada ni nadie que me quitase la sonrisa de la cara.
Saqué los libros de la mochila y me puse a estudiar.