Rem (Young Justice)

Capítulo 1

-Manos a la obra- dijo Rem mientras estiraba los nudillos. Hacía poco había sido contratado por el pingüino que quería información sobre unos planos de quién sabe qué cosa. Pero su trabajo no era preguntar, solo robar. Así que eso hizo, lo que mejor sabía (a parte de urdir estrategias y construir y mejorar inventos).

La paga era sustanciosa por aquello, fuera lo que fuera. El mafioso le había pagado por adelantado por eso sabía que la paga era cuantiosa. Había recibido un trozo de Kryptonita. Si bien él mismo podría haberlo robado, era mucho más sencillo recibirlo como pago.

Según lo que le había dicho el villano de Gotham en cuestión, los planos se encontraban encriptados y codificados, lo que lo hacía infalible contra todos los hackers. Bueno, para casi todos. No era la primera vez que pasaba los cortafuegos de Star Labs por lo que esa parte no supuso ninguna clase de problema para él.

Le llevó cerca de 2 horas y media poder pasar la protección de los planos. Una vez consiguió lo que buscaba inicialmente, dejó todo como había estado antes y simplemente desapareció sin dejar ninguna clase de pista. Como siempre.

-¿Así que ya tienes lo prometido?- preguntó el secuaz del Pingüino. Obviamente no se dignaba a hacer acto de presencia para un acto tan "trivial" como ese.

-Siempre tengo lo que prometo- afirmó con una mirada oscura. Esas habían sido las mismas palabras que le había dicho a John su asesino. Sacó un pendrive del compartimento de su cinturón de herramientas y lo giró entre sus dedos enguantados.

-Dámelo- ladró poco inteligentemente.

-Nah ah ah- dijo negando con la cabeza mientras sonreía descaradamente- primero el pago.

-Si piensas que te daré lo prometido y dejaré que te vayas sin darme lo que el jefe te ha pedido estás muy equivocado.

-No necesito que me lo des, puedo quitártelo, pero por todos es bien sabido que cumplo mis tratos. Ahora, dame lo acordado o te lo quitaré yo y le entregaré al pingüino tu cabeza con el pendrive en los dientes en bandeja de plata- la amenaza vacía hizo efecto. Rem había decidido que nunca mataría a nadie a no ser que fuera estrictamente necesario para un trato o su propia supervivencia.

El gorila se acercó a él y le dio un saco impoluto. El chico de cabello azabache, cuya cabeza estaba cubierta con la capucha roja, abrió el saquito y en seguida vio las brillantes piezas que necesitaba para completar su proyecto. Sonrió y le lanzó el pendrive al hombre sin mirar.

-Puedes marcharte- El corpulento y poco inteligente guardia, agarró el objeto que le había sido arrojado con una mano de forma un tanto desconfiada y justo después salió por la puerta, dejando de nuevo solo al chico.

-Ahora, el gas del Joker- dijo para sí mismo una vez se hubo acabado su proyecto (para el que necesitaba las piezas proporcionadas por el Pingüino) después de observarlo colocó el cilindro metálico en el compartimento alargado que estaba en la parte de atrás de su cinturón. 

Joker le había hecho una petición un tanto extraña, quería que su gas hilarantemente mortal (en todos los sentidos) pudiera repartirse a través de las plantas de Ivy. Aunque muchas preguntas habían pasado por la cabeza del joven pero experto ladrón no las había exteriorizado. Como decía siempre "Yo no hago preguntas".

Antes de ponerse manos a la obra colocó una mascarilla sobre su boca cubriendo completamente su cara (dado que tenía una máscara de dominó negra sobre sus ojos y la capucha de la chaqueta roja sobre su cabello).

El chirrido de las botas en el suelo del lugar abandonado (muy probablemente debido a un frenazo) le hizo saber que no estaba solo. Velocista. Guardó rápidamente todo su trabajo e hizo que pareciera que el lugar estaba como debía ser, abandonado. Como el rayo, se ocultó en su mejor escondite.

-¿Seguro que aquí vive alguien? A mi me parece abandonado- dijo el velocista que iba vestido como un bote de mostaza. En serio, ¿Quién en su sano juicio se pone ropa así?

-Escucho otro latido a parte del nuestro- "Perfecto, el equipo de compinches está aquí" pensó el joven casi resoplando. Casi.

-Eso es razonable teniendo en cuenta que estoy aquí- dijo Rem mientras se dejaba caer detrás de los héroes. Sus botas verdes aterrizando sin hacer un mísero ruido. Se había ocultado en las vigas del techo donde había pasado completamente inadvertido.

Estalló en carcajadas cuando vio a la marciana agarrada al musculoso brazo de Conner mientras flotaba con las piernas juntas y daba un grito tan agudo que solo los perros podían escucharlo. Kid Flash y Artemis habían dado un bote debido a la repentina voz desconocida mientras la segunda de ambos sacaba una flecha del carcaj y la colocaba sobre el arco.

El clon y el atlante fueron los menos divertidos, el primero, soltó un gruñido sobreprotector y el segundo, tan calmado como siempre, solo frunció el ceño mientras sacaba sus armas acuáticas. La risa del joven mandó escalofríos a las columnas vertebrales de los adolescentes lo que divirtió infinitamente al chico de 13 años.

El sonido de la flecha cortando el aire hizo que dejara de reírse mientras la agarraba a escasos centímetros de su cabeza. Sonrió con descaro mientras la analizaba y una idea malvada brotaba en su mente.

-Nah ah ah- dijo negando con la cabeza en desaprobación- cuidado con eso o alguien podría enorgullecer a algún deportista que yo me sé- al parecer, solo Artemis lo entendió ya que frunció el ceño profundamente mientras le lanzaba una mirada mortífera- no esperaba más visitas. No sabía que los héroes caerían tan bajo como para pedirme algo, la verdad.

-No venimos a comprar nada...- Kaldur fue interrumpido por Rem.

-¡Aburiiiidoooo!- exclamó el chico de cabello azabache.

-Queremos saber sobre ti- se adelantó el velocista.

-¡Ja! Deberías saber de primera mano que vendo toda clase de información que NO tiene que ver conmigo- dijo señalando su pecho, que estaba cubierto con el abrigo rojo, con el pulgar.

-Veo que no lo entiendes, ladronzuelo de poca monta- empezó la enfadada rubia- no tienes elección.

-Mira, rubita, he aprendido que siempre hay otra opción y si el gran murciélago malo quiere información que venga él mismo a por ella y que no mande a su grupo de compinches a "su ciudad"- eso último lo dijo haciendo comillas con los dedos.

-Tengo nombre- exclamó enfadada.

-Por supuesto, Artemis Crock- dijo rodando los ojos, aunque no pudiera verlo debido a la máscara. Las caras de sorpresa de todo el equipo no se hicieron esperar.

-¿¡Cómo?!- exclamó el velocista.

-Es mi trabajo- dijo como si fuera completamente obvio, que lo era- Pero te daré el gusto de saberlo. Primero, ellos tres- dijo señalando a M'gann, Kaldur y Conner- ni lo han intentado. Kaldur solo tapa sus branquias, Miss M solo cambia de color y, ¡Por dios Conner, al menos cámbiate de ropa! Wally, tienes el pelo al aire y, siendo honestos, tener una hoguera en tu cabeza no ayuda a ocultar tu identidad.

-Erm... Tal vez tengas razón- dijo el pelirrojo pareciendo completamente idiota- aún no has explicado lo de Arty- el mote era para molestar, y Rem lo sabía.

-Tengo mis medios- dijo mientras guiñaba el ojo- bien- dijo dando una palmada- podéis iros si no tenéis nada que ofrecer- afirmó mientras se daba la vuelta haciendo un gesto desdeñoso hacia el grupo de héroes. El chico apartó la cabeza justo antes de que una flecha le diera en la cabeza.

-Te dije que no tenías elección- repitió la rubia sin bajar el arco.

-Sí que eres insistente, Arty- sonrió con descaro.