Rem (Young Justice)

Capítulo 2

La chica gruñó y disparó de nuevo una flecha, esta vez, en lugar de la punta metálica tenía una que liberaba una espuma que atrapaba a quién estuviera a su alcance. Por desgracia para ella, él hizo un salto mortal hacia atrás y con destreza practicada sacó un gancho de agarre y subió a una de las vigas.

-No, no, no- dijo sacando la lengua. Pero tuvo que apartarse presurosamente cuando un clon con problemas de ira saltó hacia su dirección. Se vió obligado a bajar de nuevo.

Esquivó por los pelos un ataque del atlante y otro de la arquera de verde con un salto mortal hacia atrás. Sintió una presencia tratando de entrar en su mente y rápidamente se encargó de empujarla fuera con un recuerdo llameante. Ella retrocedió revelando su forma camuflada mientras soltaba un pequeño grito de dolor y sorpresa.

-¡M'gann!- exclamó el sobreprotector clon (de forma un tanto exagerada si le preguntas a Dick). Después de decir eso saltó sobre Rem con el puño extendido. El chico más joven se apartó del camino girando en el suelo. Conner cayó a su lado creando un cráter en el suelo.

-Por poco...- murmuró secándose el sudor con el dorso de la mano mientras salía del camino del bote de mostaza con patas (sí, se refería a Wally) que se dirigía a él- Ten cuidado, Supes, a este paso vas a matar a alguien accidentalmente- soltó una carcajada y lanzó dos discos voladores.

-¡Souvenir!- exclamó el velocista cuando atrapó uno de los proyectiles. El otro, sin embargo, llegó a su objetivo: el arco de Artemis y cortó la cuerda dejándolo inservible.

Tuvo que esquivar un golpe descuidado del velocista, que había guardado su "recuerdo" y un chorro de agua que dios sabe de donde apareció. Una caja voladora (cortesía de Megan) estuvo a punto de golpearle pero la evitó con handspring hacia atrás. Una vez se hartó, echó mano de su cinturón de herramientas.

Sacó unas bolitas con un pequeño punto azul y las lanzó a los pies del velocista provocando que se congelaran en su lugar, el frenazo produjo una fractura que hizo un chasquido horrible que fue un recuerdo cruel de la muerte de los padres de Rem. Sacudió la cabeza para alejar los pensamientos oscuros y sacó otras bolas con un punto rojo.

Suspiró cuando pensó en que tendría que prender fuego a su parte de su casa, por suerte, todo lo inflamable estaba a buen recaudo en otro sitio. Se sacó rápidamente ese pensamiento de la cabeza y lanzó los explosivos que rodearon a Aqualad y Miss. Martian que se vieron debilitados por las llamas.

No le dió tiempo a asegurarse de que estaban fuera de combate cuando escuchó uno de los "gritos de guerra" de Superboy. Sin mirarle se apartó del camino y agarró del único compartimento forrado con plomo de su cinturón la piedra verde brillante (cortesía del Pingüino). Sin más dilación se subió a unas cajas que estaban por ahí y acercó la piedra al medio kryptoniano quien gruñó de dolor y se arrodilló. No perdió el tiempo y dejó la piedra al lado del chico que se retorcía de dolor.

Casi no pudo esquivar la patada voladora de Artemis, era de esperar que Rem no fuera tan bueno en la lucha cuerpo a cuerpo, es decir, no había sido muy entrenado en eso. Claro que sus acrobacias ayudaban mucho en ese aspecto, dado que las usaba para evitar ataques y en las armas de largo alcance era sumamente bueno. Ahora que estaba tan cerca de la chica no podía hacer nada y sus armas eran demasiado letales para una humana normal.

Estaba tan centrado en la lucha con la rubia que no se percató del chorro de agua que se dirigía a él. Bueno, se dió cuenta cuando tenía la boca llena de agua y se golpeó con una pared por su culpa, haciendo un agujero en la pared. Cayó de rodillas y escupió el agua que había entrado en su boca.

-Que grosero- dijo secándose con la manga. Poco a poco, vió al atlante con dos espadas de agua, una de ellas apuntaba en su dirección. El clon llevaba a la marciana inconsciente en brazos al estilo nupcial, Artemis se acercaba con Kid Flash apoyado en el hombro- Oh oh- susurró cuando vió el mango de la espada de Aqualad en dirección a golpear su nuca. Entonces, todo se tornó oscuro.

Lo primero que notó cuando empezó a recobrar el sentido fue el frío metal de una mesa de interrogatorios, sus muñecas estaban atadas a la silla de tal forma que no podía moverlas y su cinturón de herramientas había sido retirado junto con su hologuante (cortesía de Lex Luthor en uno de sus pagos).

-Batman, nos gustaría saber quién es la persona que tenemos aquí- ese era Patas de pescado. Agradeció internamente no haber abierto los ojos cuando despertó, así podía enterarse de lo que decían.

-No, he dicho que lo interrogaré- dijo el gran murciélago malo.

-Vamos, Bats, solo queremos saber quién es el tipo y por qué sabe nuestras identidades- dijo bote de mostaza andante que se calló abruptamente, seguro que había recibido una mirada de murciélago de Batman.

-Todos fuera, ahora- demandó. A regañadientes todos abandonaron la sala y le dejaron solo con el murciélago- sé que estás despierto- afirmó.

-Naturalmente- contestó colocándose erguido en la silla con una sonrisa descarada. Dió gracias que su máscara no hubiera sido retirada- Entonces... Batman, ¿Sabes que si querías un trato solo tenías que mover tu culo condescendiente hasta mi casa cierto?

-¿Quién eres?- inquirió de forma gruñona.

-Rem, claro

-Nombre real

-Nah ah ah- negó con la cabeza- Nada de información privada sobre mí, Bats, son las normas.

-¿Por qué haces esto?¿Por qué robas?- siguió intentando

-Es mi trabajo- dijo casualmente tratando de molestarlo, lo cual funcionó- No pienso contestar nada que tenga que ver conmigo. Solo tengo dos normas: No hago preguntas y no vendo información propia.

-Sin embargo, vendes información privada.

-Así es- contestó asintiendo con una sonrisa de suficiencia. Giró su cabeza hacia el espejo unidireccional donde seguramente estaba el equipo de compinches e hizo un saludo con la mano- ¿Por qué enviar a los compinches?¿Por qué no ir tú mismo?- dirigió de nuevo su atención al hombre frente a él.

-No somos compinches- aunque a duras penas se pudo oír, Rem lo escuchó y soltó una risita, que no fue del agrado de los héroes del otro lado.