Capítulo 23

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Dick se despertó e incorporó en su cama. Bostezó y miró el reloj que estaba en su mesita de noche.

-Solo son las 9:30- murmuró para sí mismo mientras se rascaba uno de los ojos con somnolencia- Espera... ¡Son las 9:30!- exclamó abriendo los ojos, el cansancio anterior desapareciendo en un instante. Dick siempre se levantaba a las 5:00 para entrenar y, si no lo hacía por cualquier razón, Alfred lo despertaba a las 7:45. Si el bueno de Alfred, que era tan puntual como un reloj, no lo despertaba, probablemente pasaba algo malo.

Se levantó casi al triple de la velocidad de Kid Flash (teniendo en cuenta que, al joven pelirrojo le costaba horrores levantarse. Porque, según él, siendo el adolescente más rápido sobre la faz de la Tierra no necesitaba levantarse con rapidez) y se cambió de ropa con la que usaba para entrenar, que estaba colocada de cualquier manera en la silla de su escritorio. Hecho esto, salió zumbando por la puerta una vez colocó el cinturón de herramientas que usaba como Robin alrededor de su cintura.

Bajó las escaleras de dos en dos y se deslizó por la puerta de la cocina, en posición de pelea y con dos de sus discos explosivos en su mano, listos para ser lanzados.

-Oh, Maestro Dick, veo que está levantado- dijo con calma el mayordomo con una bandeja con bacon, huevos fritos y zumo de naranja en las manos. La expresión de Dick cambió a una de perplejidad en un instante y adoptó una posición más normal.

-¿Qué-? ¿No pasa nada malo?- preguntó el joven revisando a su alrededor para cerciorarse de que no era así.

-¿Por qué iba a estar ocurriendo algo malo, Maestro Dick?- inquirió el hombre, que ya estaba entrado en años, enarcando una de sus canas cejas.

-Yo... Eh... ¿Por qué no me has despertado a la hora de siempre?- inquirió, evitando a propósito el que había dado por hecho que por despertarse tarde iba a ocurrir algo malo.

-Consideré que, teniendo en cuenta los sucesos del día anterior, sería beneficioso para su persona descansar unas horas más- contestó. Dick contestó con un "Ah" y ambos se dirigieron al comedor para desayunar lo que el mayordomo había preparado- Si me necesita para algo, llámeme- dijo Alfred para, posteriormente, abandonar la estancia.

El joven devoró rápidamente el desayuno y bajó a la Batcueva, dispuesto a encontrarse con Bruce e interrogarlo, dado que estaba seguro de que el multimillonario había conseguido algo de información.

-¿Bruce?- llamó cuando entró en la base subterránea. No hubo contestación, lo que preocupó al joven de ojos azules. Acabó de bajar la escalera y llegó al ordenador donde encontró a Bruce dormido sobre su silla. Su cabeza reposando sobre su brazo, que se hallaba sobre el teclado. Tubo que aguantar la risa cuando vio un montón de letras y números aleatorios que se habían escrito por el murciélago que estaba dormido.

Rápidamente sacó su dispositivo móvil y le hizo una foto, tuvo suerte dado que, justo después, Bruce se despertó.

-Buenos días bello durmiente- sonrió con descaro Dick mientras pasaba su mano derecha por delante de los ojos del multimillonario.

-Tengo que irme- dijo el padre adoptivo del adolescente poniéndose en pie y colocando la capucha de Batman en su lugar.

-¿Que-? No ¿Qué ocurre?- preguntó Dick caminando tras el murciélago que se dirigía hacia los Tubos Z.

-Tengo que hablar con la Liga- contestó.

-No me jodas, Bruce. Sé que has descubierto algo, dímelo- exigió.

-De ninguna manera- justo después, desapareció, la voz robótica anunciando su partida. El joven suspiró exasperado y agarró una máscara de su cinturón de herramientas (que, evidentemente, no se había quitado). Entró en los Tubos Z y marcó las coordenadas de Monte Justicia.

Rem (Young Justice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora