Capítulo 11

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-Wow- dijo Dick mirándose en el espejo con su nuevo traje de Robin- me sienta como un guante. Literalmente- sonrió ante su chiste levantando el hologuante que estaba enfundado en su mano. Bruce, que aún no se había puesto la capucha de Batman suspiró con una sonrisa, poniendo las manos en sus caderas y cambiando el peso de pierna.

-Ese ha sido un chiste terrible. Ahora, vámonos, Robin- la última frase la dijo poniéndose la capucha y cambiando su expresión a una en blanco.

Subieron al Batmóvil y emprendieron su viaje hacia el antiguo apartamento (si se le podía llamar así) de Rem.

Pero se escuchó un grito cerca de donde estaban, Bats derrapó y dejó el automóvil en un callejón cercano. Ambos salieron del vehículo y asistieron a una chica que se hallaba en el suelo, curiosamente, todo el contenido del bolso estaba allí (si bien estaba desparramado por el suelo), ella les agradeció y salió corriendo una vez recogido el contenido que yacía en el suelo. Inspeccionaron los alrededores con el ceño fruncido. Esto no era un atraco normal y lo sabían. No se equivocaban, vieron una figura en lo alto de un techo que observaba bajo el resguardo de las sombreas, en cuanto se percató de que le habían visto, salió corriendo a una velocidad pasmosa.

Ambos héroes subieron con sus ganchos de agarre y sin más dilación, echaron a correr tras la figura encapuchada.

Poco después perdieron su rastro. No se dieron por vencidos y siguieron dando vueltas, pero fue infructuoso.

-Robin, volvamos a por tus cosas. Luego podemos seguir investigando- llegaron de nuevo al batmóvil pero vieron algo extraño. El murciélago se tensó. Una pluma blanca. Dick se acercó, dispuesto a agarrarla, pero antes de que pudiera, Bruce la retiró y la guardó en su cinturón de herramientas.

-¿Qué ocurre, Bats?- preguntó una vez estuvieron dentro del vehículo. Dick se había dado cuenta de la extraña actitud de Batman ante el hallazgo y no le gustaba nada (pocas veces se veía una reacción o una como tal en el caballero oscuro).

-Hablaremos de eso en casa- dijo contundentemente antes de acelerar por las calles de Gotham. En cuanto bajaron subieron al lugar al que se dirigían normalmente y Rem fue dejando las cosas que quería en un lugar y las que debían ser destruidas en otro.

-¿Qué ocurre?- inquirió Batman cuando vio que el chico no se estaba quieto y buscaba por todos lados algo que no sabía qué era. Robin tardó un rato en contestar mientras revisaba algo en las vigas del techo (lugar que había revisado más de tres veces).

-¡No lo encuentro!- exclamó con preocupación y algo de desesperación adornando sus palabras bajando del techo.

-¿El qué?

-¡La cosa más importante que tengo que destruir!- dijo angustiado- era un trabajo para el Joker, quería fusionar una planta de Poison Ivy con su gas del joker y lo conseguí. Debía entregarlo el día siguiente de que me llevarais. En cuanto escuché a Kid Flash lo escondí pero creo que Joker vino y lo encontró. Esto no es astroso para nada- murmuró eso último frotando su cabeza con fuerza.

-Bueno, destruyamos lo que debamos y llevémonos esto, ya nos encargaremos de Joker en cuanto ocurra algo- Robin asintió y ambos salieron del edificio, destruyeron todo aquello que debían y regresaron a casa. Batman se bajó la capucha y suspiro pellizcando el puente de su nariz.

-Vete a la cama- le dijo sin mirarlo mientras caminaba hacia el batordenador.

-Emm... Creo que tenemos algo de lo que hablar primero. ¿Quién era ese? Si no me equivoco, sabes de qué se trata y no quieres contármelo- argumentó poniendo sus manos en las caderas e inclinando la cabeza con una sonrisa de suficiencia en su rostro lo que provocó otro suspiro del multimillonario.

-Bien. Alguien peligroso te busca, Dick. Alguien muy, muy peligroso.

-¿Sí...?- alentó el chico de 13 años haciendo un movimiento con su mano y cambiando su expresión tanto facial como corporal a una más apropiada a la situación actual.

-La corte de los búhos.

-No es por nada, Bruce, pero eso es una estupidez. No existen, es un mito.

-Todo encaja... La visita de un hombre con máscara de búho, que te llamara hijo gris y conociera tu identidad, el que no se tratara de un robo...

-Querían mi atención, por eso no le hicieron nada a la chica- interrumpió percatándose de lo que ocurría en realidad.

-Exacto. Lo que se nos escapa es qué quieren... Pero ese es un asunto que trataremos más adelante, por ahora vete a la cama- finalizó. Dick fue a rechistar pero lo pensó mejor y una vez estuvo en chándal subió a su cuarto dispuesto a darse una ducha y ponerse el pijama.

-Hora de ir a desayunar, Maestro Dick- la voz del mayordomo británico despertó al chico que se sintió un poco desorientado por el lugar en el que se encontraba, pero eso se pasó rápido cuando se acordó de lo acontecido el día anterior. Se levantó, se vistió con la poca ropa que tenía en la casa y salió del cuarto en dirección al comedor.

Un gran plato lleno de comida estaba en la mesa, con un par de huevos fritos, una tostada y bacon. Una taza de chocolate caliente era la guinda del pastel.

-Wow, esto está buenísimo- dijo abriendo los ojos como platos cuando le dio el primer mordisco a su tostada.

-Eso díselo a Alfred- dijo Bruce entrando en la sala con un periódico bajo el brazo y una taza de café en la otra. Llevaba un traje hecho a medida color negro, con una corbata del mismo color y una camisa básica normal.

-El Maestro Bruce no puede cocinar ni una tortilla sin quemarse un dedo- dijo el mayordomo británico mientras ponía una tostada frente a la silla en la que Bruce se había sentado.

-No hacía falta decir eso- bromeó con una sonrisa.

Comieron durante un rato en silencio, Dick estaba disfrutando como nunca de cada bocado que daba. Solo se rompió el silencio cuando Alfred empezó a retirar los platos.

-Gracias, Alfred, estaba muy bueno- sonrió el adolescente.

-Dick- dijo el multimillonario llamando la atención del niño- iremos de compras en breve, compraremos algo de ropa y decoraciones para tu cuarto nuevo. Debo decirte que mañana habrá una gala y te presentaré oficialmente como mi protegido- Dick abrió los ojos como platos.

-¿No es muy pronto? ¡Voy a cantar como una almeja! A duras penas tengo educación, imagina una sala llena de desconocidos y periodistas, no será muy astroso- exclamó el joven, hablando bastante rápido. Si no fuera porque Flash lo hace más rápido, no habría entendido nada de lo que había dicho en tan poco tiempo

-Aprovecharemos que tengo que hacer un anuncio relacionado con Wayne Enterprises, la atención se centrará en ti durante muy poco tiempo- trató de calmar al chico. Se prepararon y salieron de la mansión en dirección a una de las tiendas donde comprarían algo para el recién acogido niño.

Rem (Young Justice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora