Capítulo 21

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Dick salió de la elegante limusina que le llevaba al colegio y se colocó bien el asa de la mochila que llevaba (que solo colgaba de una).

-Adiós, Maestro Dick- se despidió el mayordomo antes de conducir de regreso a la mansión. Al joven casi no le dio tiempo de despedirse del hombre al que consideraba un abuelo.

El joven suspiro, sus ganas de asistir a la escuela disminuyendo rápidamente. No queriendo llegar tarde, empezó a caminar hacia la entrada. "Ojalá pase algo interesante hoy" pensó el joven sin saber que luego se arrepentiría de ello.

-¡Hey, Dick!- saludó la alegre voz de Bárbara desde el otro lado del pasillo. Una suave sonrisa se dibujó en el rostro al ver a la pelirroja acercarse corriendo- ¿Cómo te encuentras?- inquirió ella, el chico la miró perplejo y luego lo recordó, se suponía que no iba al colegio porque estaba enfermo.

-Bien, parece ser que era un resfriado común- sonrió él- Ah, y gracias por pasarme los deberes, Alfred me dijo que los trajiste mientras estaba en cama.

-No se merecen, para eso están los amigos, ¿No?- le sonrió ella con calidez- Deja de mirarme con esa cara de burro que tienes y vamos a clase antes de que lleguemos tarde- Le dijo agarrándolo de la muñeca y arrastrándolo hasta la clase que les tocaba: Informática.

La verdad es que Informática era una de las optativas que la escuela ofrecía y Dick la había escogido porque era muy sencillo para él y podía remolonear toda la clase. Solo tenía que hacer el trabajo antes de que acabara la hora.

La silla del adolescente de 13 años estaba al lado de la ventana por la que el joven miraba distraídamente durante la clase. Al ser un profesional como era, le resultaba muy fácil la materia y en los últimos 5 minutos podía hacer el trabajo que al resto le llevaba hora y media.

Dick golpeaba sus dedos rítmicamente contra la mesa, su cabeza estaba apoyada en la palma de su mano, su codo reposaba sobre el pupitre. El chico resopló y miró el reloj que estaba al lado de la puerta de entrada. Habían pasado... 15 minutos desde el inicio de la clase. El joven suspiró de nuevo y golpeó ligeramente su frente contra la mesa. "¿No puede pasar más rápido la hora? O al menos que ocurra algo interesante" pensó. Lo peor del caso era que el día que Bruce había decidido dejar que fuera a la escuela era un viernes.

-Señor Grayson- el profesor le llamó la atención- ¿Le importaría venir aquí y enseñarle a toda la clase su trabajo?- inquirió, creyendo que Dick no tendría nada hecho y que lo dejaría en ridículo. Por suerte para él, había decidido hacer el trabajo al principio de la hora y no al final.

El adolescente sonrió victorioso mientras se ponía en pie y decía "Por supuesto, profesor". Dick caminó tranquilamente hacia el frente de la clase, conectó el ordenador que llevaba en los brazos al proyector e hizo una demostración del programa que había hecho (claro que había incluido algunas mejoras que proporcionarían con un mejor funcionamiento del mismo).

Toda la clase lo miró anonadada por la presentación impoluta y el Sr. Smith (que era el profesor) fue incapaz de encontrar un mísero error. Dick regresaba a su sitio con la cabeza bien alta y con una amplia sonrisa de suficiencia y satisfacción dibujada en su rostro.

-Eso fue perfe- el Sr. Smith se vio interrumpido por el estallido de uno de los ventanales de la clase. El cristal voló por la sala y arañó superficialmente a algunos de los estudiantes. Dick se puso en pie a la velocidad del rayo, completamente alerta, miraba alrededor en busca de algún enemigo.

El adolescente captó las miradas de sus compañeros y recordó que aquí no era Robin, sino Dick Grayson. Pronto se percató de que no era esa la razón por la que lo miraban raro. El joven miró hacia donde sus compañeros y se percató de que había un trozo considerablemente grande de vidrio clavado en su brazo (como llegó ahí sigue siendo un misterio a día de hoy).

Rem (Young Justice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora