La vida de _____ comenzaba a tornarse perfecta; se había ido a estudiar a Francia, su crush, después de tanto había terminado siendo su novio, y aunque sus amigos se fueran a distintas partes del mundo, sabía que se seguirían viendo.
Pero como siemp...
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Narra _____;
Había terminado de escribir la carta y ahora tenía que dirigirme a la casa de Mikey lo más rápido posible.
Me había enterado que se iría a Boston y no podía irse si antes no le había entregado la carta.
Miku se había ofrecido a llevarme, pero miku tardaba mil años en arreglarse.
No podía arriesgarme a que Mikey se fuera sin antes haberle dicho todo lo que yo sentía.
Sería más rápido en auto, pero de aquí en lo que Miku se arreglaba yo ya había llegado a la casa de Mikey.
Subí a mi bicicleta y me dirigí los más rápido que pude hasta la casa de Mikey. Guardé la carta en el bolsillo trasero de mi pantalón y seguí pedaleando.
Tenía tantos nervios de entregarle la carta, no entendía por qué, siempre me pasaba esto. Tal vez porque de nuevo le iba a confesar lo que sentía y esto estaba siendo como la primera vez que le mandé aquella carta.
Mi teléfono comenzó a sonar, pero tuve que ignorarlo para no distraerme y seguir pedaleando. Se detuvo, pero segundos después volvió a sonar y solté un suspiro frustrado, tomando mi teléfono y mirando de quién era la llamada.
— ¿Qué pasó Miku?- Rodé los ojos.
— ¡Te dije que yo te llevaba!- Exclamó.
— De aquí en lo que salías yo ya iba a estar en la casa de Mikey.
— Mi madre acaba de regañarme porque no te llevé- Bufó.
— Cuando llegue lo arreglo, tranquilízate- Colgué y volví a guardar el teléfono.
Estaba por volver a pedalear, pero entonces vi a un camión frente a mí, viniendo a toda velocidad. Pero ni siquiera pude reaccionar
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