03. Primera visita

63 10 9
                                    

Parte 02
—🌾—

¿Hace cuánto tiempo se vestía para una salida de amigos?
He de admitir que eso le traía nostalgia.
Una tarde de verano acompañando a sus amigos Argentina y Brasil a un lujoso restaurante para comer un buen corte de carne, vino y un postre al final, para luego perderse entre calles de Buenos Aires.
Robarse suspiros de muchachas que pasaban por la apuesta apariencia del argentino, quién también les devolvía la mirada coqueta, le hacía mucha felicidad recordar .

Esto es nuevo. — mencionó en un tono bajo de voz, casi inaudible. Pues era la primera vez que lo invitaban un par de "extraños" a hacer algo que seguramente era ilegal, bien vestido.
¿Estaba nervioso?
Claro que lo estaba; estaba algo desesperado por no saber cómo acomodar el moño de decoraba su camisa dentro del saco.
Listo. — pronunció victoriosamente al a acomodar el moño negro como quería. Ya estaba listo para impresionar a los hijos del México dictador, no sólo a la chica, si no también al hijo menor. — Viendo detalles... Me veo bien lo admito.
Acomodó por última vez su cabello y, convencido, se atrevió a salir de su habitación de hotel.

Siendo ya las 10 horas con 43 minutos en el reloj por la noche, el salón comenzaba a llenarse de gente bien vestida, dispuesta a presenciar el combate de la representación sureña, pues bien decían que Sur era una estrella emergente,a escondidas de su padre, en el boxeo.

"Tiene buena condición." Decían unos.
" Está muy delgado para ésto". Decían otros.
Sin embargo, nadie, hasta ésa noche, sabía con certeza cómo era el cuerpo del sureño.

No debiste invitarlo, tengo un mal presentimiento. — susurró el sureño a su hermana mayor, ambos esperando en la entrada del salón al chileno.
Son nervios, cálmate. Practicaste mucho para éste momento. — susurró de vuelta como respuesta a su hermano.

Oyendo esto, Sur solo se limitó a rascarse la creciente comezón en su cuello de una manera discreta. Estaba nervioso, no solo por estar en su primera pelea pública, si no por que también estaría en ojos del extranjero.

Ahí viene. — dijo con una sonrisa la chica, notando que la presencia del sudamericano estaba por llegar.
Y efectivamente, Chile llegó al evento de la noche.

Linda noche. — saludando, tomando la mano de la fémina — Se ve hermosa ésta noche, Centro. — mencionó besando el dorso de la misma, tan tersa y suave su piel.

De parte de los hermanos, recibió una ligera risa nerviosa por la chica, acompañado de un "Muchas gracias". Mientras que de su hermano recibió una mirada incómoda, poco le importó ya que los celos de hermanos eran completamente naturales.

El plan de ésta noche es el siguiente. — tomó la palabra la menor — Primero nos dedicarán unas palabras, y una pequeña bienvenida para usted, Chile.

El mencionado asintió, estando de acuerdo.

Después será una o dos peleas cortas para luego seguir con la pelea de Sur. — continúo.

Vaya, prácticas boxeo, buen deporte. — interrumpió para decir eso — Me lo imaginaba, un buen deporte para alguien gruñón. — mencionó, le encantaba ver el ceño fruncido del contrario.

Jeje. Luego de la pelea de mi hermano seguirá una cena, nada nuevo. Platillos, alcohol, un baile y eso será todo por la noche, espero lo disfrutes, Chile. — terminó por contar la fémina, dedicándole la calidad sonrisa que al contrario le gustaba, y como era costumbre, Chile devolvió el mismo gesto.

 Los Hijos Del PorfiriatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora