=|°12°|=

54 5 92
                                    


—🌾—

...
Entonces, ella está en este pueblo.

Si señor, incluso logré verla a través de sus ventanas... — respondió su fiel seguidor — Pero los rumores son verdades, jefe. Tiene la mitad de la cara totalmente deformada. Es una bruja. Es peligroso tratar con ella.

  Caminaron entre las calles de aquel pequeño pueblo, que parecía estar en medio de la nada, mientras que los pobladores de ojos rasgados los veían con recelo y miedo, a medida de que avanzaban en la avenida, poco a poco el pueblo paralizaba sus actividades cotidianas acechando a los extranjeros en aquel lugar.

Aunque los pobladores les ganaban en número, los hombres con los que Norte iba acompañado tenían armas y caballos consigo. Si intentaban algo, ese lugar se volvería una carnicería humana.
Así que nadie intervino.

Dicen que sus técnicas de medicina son producto de brujería negra jefe...

Otros rumores dicen que te pica la piel para curarte con agujas, te perfora la piel ¡Ella es un peligro!

Eran algunas cosas que sus hombres le decían con temor a la residente de la última casa de la calle.
Esa casa se veía totalmente abandonada.
Pero debían hablar con la bruja para poder llegar a un acuerdo que salvaría la vida de los pobladores.

México bajó de su imponente caballo.
No armen escándalo innecesario. — ordenó el hijo mayor de Don Porfirio. Acercándose lentamente a la casa.

No quería causar más tensión de la que ya había, pues tenía que hablar directamente con una "bruja", como le decían sus hombres a aquella mujer que era dueña de la casa, así que debía hacer sus movimientos bajos y tranquilos para no alterarla.

Dicen que esa mujer fue castigada por el Señor, le desfiguró la mitad de la cara...

Se oían murmullos desde sus hombres que solo lo custodiaban.
Una bruja con la mitad de la cara desfigurada, eso se escuchaba aterrador.
Pero con eso no nació su mito de brujas si no por que según las lenguas, esa mujer había sido capaz de traer dos niños al mundo, idénticos de cara, sin la necesidad de un marido.
Por ello la castigaron, deformándole la cara.

Norte, con lentitud y dos leves golpecitos llamó a la puerta.
Señora, ábrame. — nadie respondió, pero sabía que había gente ahí dentro — Soy México, vengo a negociar. A platicar sobre la situación.

La puerta se movió, pero solo fue un poco.
Norte bajó la mirada encontrándose con la mirada de un niño, calculando, tenía unos 12 años de edad.
¿Sobre qué situación? — cuestionó el pequeño en un acento un poco raro, afirmando que era extranjero.

Sobre el desplazamiento. ¿Al menos sabes si ella está aquí?  — demandó el mexicano.
El pequeño de ojos rasgados pensó algunos segundos, para luego volver contestarle al mayor:
Espera.
Cerrando la puerta de nuevo.
...

Hay muchísimos leprosos aquí— comentó — ¿Por qué simplemente no nos lo llevamos como a todos los demás?

Palabras del jefe son órdenes, ya deja de quejarte.

...

—🌾—

.

 Los Hijos Del PorfiriatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora