capitulo 9

46 7 0
                                    

Ya veo, no te veías muy animado hace un rato además se me hizo muy raro ver a un niño tan pequeño como tú por aquí solito —dijo Naruto sin quitar de vista del curioso rubiecillo.

—Mi madre me dijo que tardarían en venir a recogerme, mi clase de Karate ya termino así que estoy aquí esperando.

—¿Prácticas Karate? —preguntó con algo de sorpresa pues a sus ojos el niño estaba muy pequeño. —¿Qué edad tienes? —no pudo evitar preguntarle.

—Tengo 5 años, el próximo año entrare a la primaria —dijo con orgullo el curioso ojiazul.

El Namikase lo miró de reojo, el rubiecillo pareció muy pequeño y pese a eso habló con fluidez y pareció comprender lo suficiente para entablar una plática, él esperaba que todos los niños de esa edad apenas y pudieran hablar pero el pequeño con el que se encontró era muy listo y activo.

—Entonces ¿Cuánto tiempo llevas esperando? —interrogó con curiosidad.

—Acabo de venir a sentarme, vendrán a recogerme en más o menos una hora —sonrió el pequeño.

—Umm, entonces supongo que deberé hacerte compañía ¿Te parece bien? —le preguntó igualando la sonrisa del pequeño, por alguna razón estar alrededor de ese niño le hacía sentirse cómodo y feliz, tal vez se debía al singular parecido entre él y ese niño .

—¿Sabes? Mi madre me dijo que no hablara con extraños pero tú me caes bien viejo —le dijo el rubio.

—Tu madre tiene razón, yo podría intentar robarte y pedir un rescate sabes —rió divertido el rubio mayor provocaría también risa por parte de su acompañante.

—Si claro, no pareces de esas personas que secuestren niños. De hecho no pareces una persona que necesite dinero, tal vez sea yo quien termine robándote la cartera vieja —declaró el niño.

—Eres un chiquillo muy astuto ¿Verdad? —dijo refiriéndose al hecho de lo rápido que se había dado cuenta de su posición social.

—Por supuesto, después de todo soy un genio —dijo el rubio con orgullo siendo irrumpido por el gruñido de su estomago, se lo cubrió sonrojado haciendo que Naruto alzara una ceja.

—Un genio con mucha hambre al parecer... tardaran en venir a buscarte así que ¿Qué te parece si compramos unos hot-dogs? Me parece que por aquí hay un puesto —miró a su alrededor intentando detectarlo.

El pequeño hizo un puchero cruzándose de brazos claramente disgustado.

—No me gustan los hot-dogs, prefiero el ramen —declaró con firmeza pareciendo hacer el mismo berrinche que los niños le hacían a sus padres cuando no obtenían algo de lo que querían, ante este Naruto no supo bien cómo reaccionar pero un ligero nerviosismo lo invadió sin previo aviso.

El Namikase rascó su nuca algo confundido.

—A mí también me encanta el ramen pero soy nuevo por aquí así que realmente no sabría adonde llevarte.

—Uaahh ¿En serio te gusta el ramen? — preguntó mirando con ojos brillantes y acto seguido lo tomo del brazo. —Aquí a la vuelta hay un puesto donde venden uno delicioso —dijo jalando consigo al adulto quien sin saber porque, se dejo arrastrar por el niño.

.

.

.

—Señor Hamura, los preparativos de inicio para la campaña ya están listos —informó Hinata entrando a la oficina de su jefe.

—Buen trabajo Hinata —dijo Hagoromo quien estaba sentado frente a su hermano pues minutos antes estaban platicando sobre el proyecto que gracias a Hinata se había desarrollado.

POR QUE ERES MIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora