-Usted… no se ve nada bien señor extraño.
-Ah, ahí estas Boruto…-dijo girando su cabeza para mirarlo.
La visión que el pequeño tenia del adulto rubio era deprimente, desarreglado, ojeroso, despeinado, casi parecía un vago, y tal vez eso fuera porque el Namikase se había quedado toda la madrugada a la intemperie sentado en esa banca en la que sin saberlo padre e hijo se encontró por primera vez.
-Viejo, casi parece que un ferrocarril le paso encima… ¿Desde qué horas está aquí sentado?-inquirió curioso tomando asiento a lado del adulto.
-Desde… bueno, me parece que eran las 3: 30 de la mañana cuando termine de trabajar… ah, al menos termine el papeleo que debía verificar para las siguientes 3 semanas-dijo débilmente, aun sentí que la cabeza le daba vueltas con tan solo recordar todos los estados de cuentas que tuvo que checar-Supongo que después de eso solo necesitaba distraerme en algún lado y terminar aquí.
El rostro de Boruto reflejo preocupación, ese hombre a su lado no parecía la misma persona con la que había estado conversando, se veía… abatido. Debía de haber algún motivo lo suficientemente fuerte como para que el Namikase se hubiera sumido en tal depresión que lo había orillado a un divagar sentado en esa banca del parque.
-Hey Boruto… lo intente-dijo sintiendo un nudo en la garganta-Le pedí perdón pero… no funciono… ella no quiere verme ni en pintura y me lo merezco, sabes.
Entonces el niño entendió y bajo la mirada entristecida. No creía a su madre alguien rencorosa y mucho menos alguien podría dejar a una persona en tal estado de depresión como lo estaba el Namikase. Lo que fuera que su padre le hubiera hecho a Hinata debe haber sido lo suficientemente grave como para que el rubio mayor se lamentara de tal manera. Sin embargo, él parecía realmente arrepentido y ese debía ser motivo suficiente para que su madre le perdonara.
Tal vez la ingenua Hinata de hacia 6 años lo hubiera hecho, si Naruto hubiera recapacitado antes de que ella se viera en la penosa necesidad de huir. En ese entonces sin lugar a dudas lo hubiera perdonado y ambos habrían comenzado desde cero. Pero las cosas tomaron un rumbo distinto y nadie sabría decir si fue para bien o para mal.
Boruto tomó asiento en la banca. Ante la quietud y el incomodo silencio que se había formado entre ambos, Naruto decidió continuar hablando, tenía la imperiosa necesidad de ser escuchado.
-Sabes, yo solía ser alguien muy frio y distante, no fue porque me hizo falta el calor de mis padres, aunque admito que ese fue un factor que influyo. Mis padres eran personas muy ocupadas así que con el tiempo inconscientemente busque un tipo de amor que sustituyera a los de ellos, supongo que puedes entender un poco de ese sentimiento de falta de calor, tal vez tú has de sentirte de la misma manera al no tener un padre
El pequeño rubio se tensó levemente bajando la mirada al suelo, el Namikase notó perfectamente tal acción y sin que pudiera evitarlo revolvió el cabello del niño intentando darle animo.
-No sé que haya sucedido con tu padre pero si se está perdiendo de ti apropósito pienso que es un idiota-le dedicó una sonrisa para después mirar al frente con seriedad-Si yo tuviera un hijo, no dudaría en darle el cariño que me falto de niño para que no termine tomando el mismo camino que yo.
-Usted… parece una buena persona, me cuesta creer que fuera capaz de dañar tanto a su esposa-comentó Bolt.
-Pero lo hice. De hecho en un principio la odiaba, pensé que era una oportunista que solo se casaba conmigo por dinero y eso fue porque en el pasado había perdido la confianza en las personas, no todos son como aparentan, a veces la persona que cree más pura termina siendo de la clase más baja de gente que pueda existir.
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POR QUE ERES MIA
FanficDespués de años de estar enamorada de la persona con la que estaba destinada a casarse Hinata Hyuga cae en cuenta de que su felicidad es realmente algo inexistente a lado de Naruto Namikase pero dejar de amarlo es algo imposible ¿Existirá entonces p...