Ella, finalmente aceptó ayudarme, creo que la seguí durante días, pero accedió, aunque había condiciones, como, el pago de 20 wons por un piquito, 50 si era un beso y 80 si debía actuar frente a mi expareja.Además de cobrarme, 100 wons por aquella escena del comedor, también tenía que pagarle por las salidas y las fotos que nos tomaríamos para simular nuestra relación, claro también me puso precios, si eran fotos abrazados solo me cobraba 30 wons, si había beso 50 wons, si debía subirlo a mi red social 70 y si ella lo subía eran 100, pues afectaba su imagen y buena reputación.
Fue demasiado tarde para mi buscarme otra candidata, porque hasta me amenazó con difundir que no fue verdad lo que pasó en el comedor, así que acepte.
¡Solo duraría cuatro meses!
1° semana, primera cita
Ella corrió hacía mi, ante la gente que ya empezaba a amarnos, eso era tan tierno, me dió un piquito y sonrió feliz.
También salimos, me llevó a comer pollo frito, si un maldito ¡POLLO FRITO! que podía hacer en casa, solo para hacerme gastar.
— ¡Eres muy tacaño! — me dijo riéndose.
— Y tú eres muy aprovechada — respondí molesto.
— No te enojes, además debo aprovechar cualquier situación, siempre y cuando haya dinero y pollo de por medio — rió con ganas y me contagió, solo un poco.
Esa noche, la observé por primera vez, era nuestra primera salida después de todo, por más que hayamos fingido durante unas cuantas semanas en la universidad.
Era muy linda, su risa resonaba en mis oídos, como algo muy lindo de escuchar.
Creo que me divertí también.