Esta nueva yo, me empieza a gustar, me siento más segura y valiente para enfrentar al mundo, aunque he dejado claro que detesto las muestras de atención que ahora si me ponen y las estúpidas cartas de confesión que dejan en mi casillero, no obstante, creo que puedo acostumbrarme a esta Jisoo.
Si mis amigas no se hubiesen presentado aquel día en mi casa, probablemente hubiese seguido llorando, en mi cuarto y con una montaña de pañuelos usados.
Es el aniversario de la Universidad, muchas facultades han hecho actividades, pero estoy en el auditorio, pues los que se graduarán dan una ponencia sobre el derecho penal, si bien, quiero aprender mucho más, estoy aquí por Nam, se graduará y me alegra tanto por él, me sonríe y le devuelvo la sonrisa, estoy feliz que sigamos siendo amigos a pesar de todo lo que pasó.
Semana anterior ...
Camino hasta el único lugar que no debería ir, pero mi corazón no contiene ese deseo.
La torre de Seúl, estoy frente a ella y las lágrimas amenazan con salir, no obstante me mantengo fuerte, de pronto siento una presencia a mi lado, volteo y me encuentro con Nam, mi amigo desde hace un año y más.— ¿Cómo vas? — pregunta.
— Sobrellevando la situación — sonrío con tristeza.
— Pasará, ya verás — asiento y él no duda en tomarme la mano para infundir confianza, no lo suelto.
Pasan alrededor de una hora y más, compramos algunas golosinas, no puedo evitar comparar mi situación con la que viví con...
Y duele, duele porque mientras el disfruta con la mujer que ama, yo no soy capaz de olvidarlo ni siquiera para comer una golosina con mi amigo.
— Creo que es el momento — dice Nam en un susurro.
— ¿De qué?
— Jisoo, me gustas — lo dice tan repentinamente que casi me atoro con el algodón de azúcar.
— ¿Qué? Nam yo ... — quiero justificarme, me siento mal porque no quiero perderlo luego de esto.
— No te preocupes, solo dime algo — asiento
— ¿Puedes olvidar a Taehyung? — pregunta