— Taehyung, ya no eres un niño, por favor compórtate.
Mis padres están en Francia y les he pedido pasar las vacaciones con ellos hasta decidir mi futuro, pero ... yo nunca he sido el hijo preferido.
— ¿Por qué no puedes ser como tu hermano? — sigue mi madre reprochandome por el teléfono.
Si, yo no soy como Jin.
Mi hermano mayor, logró casarse con la mujer de sus sueños, tener hijos y convertirse en un exitoso empresario.
— Es mi cumpleaños.
Mi madre se quedó callada, lo entendí, otra vez lo había olvidado.
— Puedes celebrarlo en Corea, ahí tienes a tus amigos, a tu novia, además para tener éxito como el de tu hermano, sabes que un cumpleaños no es muy relevante.
— Entonces déja que vaya a Francia, así aprendo de mi hermano.
— Tú solo traes problemas, Taehyung, siempre están peleando y ahora que, Irene dió a luz no puedo dejar que...
Corté la llamada.
Suficiente había soportado.
Miro a Yeontan — Estamos solos, otra vez.
Es 30 de diciembre, hace dos semanas terminé la universidad, así que tendría que pasar aquí todas las vacaciones y por supuesto, no podría irme de Seúl.
Le doy de comer a mi mascota y voy rumbo al supermercado.
Esta lleno, hay mucha gente en el lugar, todos en familia o en grupos de amigos comprando algunas cosas para celebrar el nuevo año.
Hasta que escucho una risa, una carcajada que conozco muy bien.
Volteo con rapidez y veo a Jisoo, riendo junto a sus amigas y los chicos.
Al parecer iban a pasar ese día juntos.
Sonrío con nostalgia, supongo que ya no soy parte de ellos.