Cuando una fan obsesionada con Cat Noir es akumatizada en una poderosa villana y Ladybug no aparece por ninguna parte, este debe encontrar el modo de zafarse de ella buscando la ayuda de alguien más.
Fanfic basado en mi teoría favorita de MLB, el cu...
Las chicas decidieron alejarse para dejarlos a solas —Solo espero que Adrien haya recapacitado— dijo Rosita con preocupación —No me gusta ver a Marinette así de triste.
-Descuida -trató Alya de aliviarla- Marinette es fuerte y nos tiene a nosotras, ella estará bien pase lo que pase.
-Marinette, yo... -comenzó Adrien titubeando- quiero pedirte disculpas por cómo te respondí hace un rato... me comporté como un idiota contigo y no tenía que ser así porque tú eres muy importante para mi.
La chica experimentó por primera vez, en carne propia lo que sentía Cat Noir cada vez que lo rechazó y eso que este era solo su primer intento. Pero al contrario de su compañero, por muy horrible que fuera ese sentimiento, ella no le insistiría a Adrien porque sabía lo molesto que eso podía llegar a ser.
-Adrien... tranquilo, alguien muy sabio me enseñó una vez que lo importante es aceptar que a pesar de que la vida no siempre nos da los regalos que esperábamos, el verdadero regalo es la vida misma...pasé tanto tiempo con la ilusión de que tal vez tú sintieras algo por mi, que el hecho de no poder decírtelo terminó por convertirse en una mochila difícil de cargar, pero ahora, me liberé de ella y estoy bien, a pesar de todo lo estoy. No quiero que te sientas culpable, se lo que se siente estar en tu posición así que, puedes seguir contando conmigo como amiga... si tú quieres.
Adrien la miraba sintiendo un vacío en el pecho, Plaga tenía razón, Marinette era perfecta y de no ser porque su corazón estaba ocupado por Ladybug, daba por sentado que estaría perdidamente enamorado de ella. ¡Dios, Ladybug! Ahora sabía lo que sentía su compañera cada vez que él le confesaba su amor y trataba de conquistarla a la fuerza, Marinette aceptó rápidamente y con madurez que su amor no sería correspondido, tenía tanto que aprender de ella.
-Yo también se lo que se siente estar en la tuya Marinette -dijo poniendo su mano encima de la suya- querer a alguien que no siente lo mismo.
Pero la chica quitó la mano sonriendo y la usó para acomodar su cabello marcando una distancia entre los dos «Soy un tonto» pensó Adrien «¿¡Por qué toqué su mano!?». Pero el timbre que anunciaba el fin del receso los salvo de tener que poner ellos mismos un punto final a la plática. Se despidieron entre incómodas sonrisas y cada uno siguió su camino, sin embargo, antes de que Marinette llegara a reunirse con sus amigas para subir la escalera e irse juntas al salón, alguien la abordó sorpresivamente en medio del patio para recriminarla.
-¿¡Qué hacías tan íntimamente conversando con Adrien Agreste!? -dijo Bridgette enfurecida- ¿¡Le eres infiel a Cat Noir!?
-Ay no, ahora no -se quejó poniendo los ojos en blanco- ¡Solo estábamos conversando!
-Te he estado siguiendo todo el día ¡No intentes engañarme! ¿Acaso mi gatito no es suficiente para ti? ¿¡En serio no puedes ver lo afortunada que eres niña!?
-¡Mi nombre es Marinette y todo está bien entre Cat Noir y yo! ¿Okay? De hecho lo veré después de la escuela -dijo recordando la hora y el lugar de encuentro del patrullaje que habían acordado para ese día con Ladybug.
Bridgette se calmó pero no quedó del todo satisfecha —Me aseguraré de que así sea— dijo antes de marcharse.
«¿Qué quiso decir con eso? Esa chica está loca» pensó, pero a penas salió de clases entendió a que se refería gracias a Tikki.
-¿Ya te diste cuenta de que esa chica nos está siguiendo?
-Tienes razón Tikki -susurró ella- así no podré transformarme en Ladybug, pero tendré que ir con Cat Noir de todos modos para que deje de sospechar ¡Dios, porqué me tiene que pasar esto a mi!
Por su parte, el chico ya llevaba un par de minutos esperando a su compañera.
-Mi Lady ¿Vienes retrasada o simplemente no vendrás? -decía Cat Noir algo molesto al teléfono- espero que no sea eso último por lo que conversamos la otra vez.
-¡¡Cat Noir!! -oyó una voz que lo llamaba haciéndolo cortar la llamada.
Marinette corría hacia él con su mochila puesta y los bazos extendidos, haciéndolo olvidar por un momento que estaba transformado en héroe ¿Qué hacía ella ahí? A sí, era Cat Noir ahora y por cierto, no solo tendría que fingir ser su novio sino que también debería actuar como si no supiera que estaba enamorada de él tras la máscara.
La chica dio un brinco y lo estrechó en sus brazos. Rodeándolo por el cuello, quedaba elevada del piso al ser de estatura mas baja, mientras que él, la rodeó abrazándola por la cintura con ambos brazos —Tu fan loca está siguiéndome, tendrás que dejar lo que hacías para tener una cita conmigo— le susurró al oído.
-Bueno -fue lo único que contestó pues se sentía algo desorientado, finalmente si tendrían una cita después de clases como ella se lo había pedido en la escuela esa mañana.
Marinette se bajó de sus brazos y lo sujetó de la mano entrelazando sus dedos a los suyos.
-No me mires así -dijo divertida ante la cara pasmada del héroe- recuerda que para ella somos novios y los novios caminan de la mano.
-Si... ¿Y a dónde vamos?
-No lo sé ¿Por un helado?
-¿Dónde André? -sugirió él.
-No, algo menos romántico, no estoy para esas cosas por ahora -confesó haciéndole sentir una extraña sensación de vacío y nerviosismo porque sabía bien a lo que se refería.
Cuando estaban apoyados en una de las barandas que rodeaban los puentes del Sena comiendo sus respectivos helados, Cat Noir observaba a Marinette de reojo, no podía dejar de pensar en que la declaración de amor que practicaron hace un tiempo era para él, ¡Él era botón de oro!
-¿Puedes dejar de ser tan raro? -dijo ella sin dejar de lamer las frutillas a la crema- me estás asustando.
-Lo siento...
-¿Qué pasa contigo Cat Noir? ¿En realidad es tan malo tener una cita conmigo?
-¡Noo! No, claro que no -contestó afligido- ¿Por qué dices que actúo raro?
-Me miras extraño y estás demasiado callado, tú no eres así.
-Lo qué pasa es que... -comenzó tratando de buscar una excusa creíble para su actitud pero en ese momento recordó que se había olvidado del patrullaje- ¡Ladybug! ¡Olvidé por completo que la estaba esperando a ella cuando llegaste!
Marinette soltó una carcajada —Llámala, no se ve que haya algún problema que solucionar por el momento— Cat Noir supuso que tenía razón, así que hizo el intento pero la llamada saltó nuevamente al buzón de voz, sin embargo, esta vez no le dejó un mensaje y cortó inmediatamente.
-Volvió a olvidarse de mi -suspiró molesto.
-O tal vez le surgió una emergencia personal...
-Como sea -repuso acercándose más a ella con tristeza- de todas maneras creo que hoy prefiero pasar el rato contigo.
Marinette se enlazó a su brazo y lo miró sonriendo con dulzura, luego tomó una servilleta y le limpió del labio superior un poco de helado que le había quedado. Aquel gesto lo descompuso por completo, Marinette era la chica perfecta y él, un perfecto idiota.
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