26 ~Almas gemelas~

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«Es el inicio, no el final»

-¿Qué cosa?

Adrien se sentó de pronto, transpirado y tomando por completa sorpresa a Plaga.

-¿Qué?

-Es el inicio, no el final -repitió el Kwami- Es lo que decías.

-No me acuerdo, tal vez tenía una pesadilla. No he podido dormir casi nada estos días.

-Ni yo -bostezó cansado- esta mansión resulta aún más aterradora que antes, por suerte puedo descansar en tu bolsillo durante el día. Solo espero que tu padre siga así, sin ataques por un tiempo.

-¿Crees que se esté preparando para algo aún peor?

-Es posible, pero Marinette y tú están de manos atadas hasta que encuentren alguna prueba que lo incrimine.

-Lo sé... ¡Escóndete Plaga, alguien viene!

Después de la extraña intervención de su padre esa misma mañana, Adrien necesitaba con urgencia hablar con Marinette a solas. Sentía la obligación de comunicarle cualquier evento que pudiera darles alguna pista que los acercara un poco más a desenmascarar a su padre, pero él no era tan bueno atando cabos como ella y ahora, solo debía sobrevivir al primer periodo de clases para luego inventarse cualquier excusa que lo ayudara a encontrarse a solas con la chica pero...

«Destinados desde mucho antes de nacer»

-Adrien... ¿Qué opinas acerca de lo que estábamos hablando tus compañeros y yo?

-Si señorita Bustier -espabiló tratando de conectar el tema de la clase con lo último que había escuchado- En "Cuando por fin se encuentran dos almas" se describe el destino de las almas gemelas y las implicancias de ese amor para cada una de ellas.

-¿Qu-qué? -preguntó sorprendida la maestra tratando de suprimir su propia sonrisa entre las risitas burlonas del resto de sus alumnos.

-E e-el poema de Víctor Hugo, e-es uno de mis favoritos... -trastabilló ruborizado.

-Muy lindo Adrien pero, si bien es cierto que Víctor Hugo es nuestro mayor exponente del romanticismo, mientras te quedabas dormido, conversábamos acerca del cómo transformó sus obras en poderosas armas contra el régimen de la época -concluyó su amable reproche con la voz que la caracterizaba- ¿Te encuentras bien?, ¿Te gustaría salir a refrescarte?

-Si, disculpe señorita...

-No hay cuidado Adrien, solo no te demores.

-¿Puede acompañarme Marinette?

El chico no iba a perder esa oportunidad.

-Ya veo -sonrió dulcemente- con que es una persona la que te está quitando el sueño.

Ambos se quedaron con el corazón detenido, congelados en contraste con el calor que se aconchaba en sus mejillas, pues aquella inocente broma de la profesora era demasiado peligrosa para ellos.

-¡N-no! -se apresuró a responder entre las risas aún más expresivas de sus compañeros- es que no me siento muy bien y como Marinette es la encargada, yo...

-Solo bromeo -sonrió aún más amplio al notar que, al parecer, le había atinado con su chiste por la expresión de los adolescentes- vayan rápido.

Y así lo hicieron, sin perder más tiempo, se apresuraron a salir entre los "uuuy" de sus amigos, tratando de mantener una nada romántica distancia entre ellos.

-¿¡Qué fue eso!? ¿Ahora la señorita Bustier nos shippea?

Adrien se echó a reír —Lo siento Marinette— dijo mientras se detenía para esperar a quien iba solo un par de pasos detrás suyo —No se si podré volver a dormir en casa, no con mi padre ahí y con mi madre en el sótano.

Novia de emergencia ~MLB~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora