6 ~Ya era hora~

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Adrien llegó justo a tiempo para almorzar con su padre, aquel era uno de los dos domingos al mes que tenía agendado para él, sin embargo, no tenía demasiada hambre por haber estado comiendo golosinas donde Marinette, no era algo que se le permitiera por su estricta dieta de modelo así que su estómago no estaba acostumbrado a recibir tanta comida.

-¿Dónde está mi padre? -le preguntó a Nathalie cuando ella entró en el comedor después de casi diez minutos esperando a que alguien llegara.

-Lo siento Adrien, tu padre canceló a última hora por un importante viaje de negocios a Japón, no llegará hasta la próxima semana.

-Genial -dijo poniéndose de pie para irse a su alcoba.

-¿No vas a almorzar?

-Perdí el apetito, tal vez más tarde.

-No tienes permitido saltarte tus comidas, eso puede verse reflejado en tu peso.

-No comeré a la fuerza.

-Claro que no.

El chico dejó el comedor y se fue a recostar triste en su cama, imaginó que habría sido de esa tarde de haber aceptado la invitación de Tom a almorzar, seguro que se la habría pasado mucho mejor a pesar de que ellos no eran su familia.

Adrien se abrazo a si mismo y se quedó dormido un momento. Despertó un par de horas después con el estómago rugiendo de hambre, así que bajo para recalentar la comida que despreció en el almuerzo, y se la llevó a su habitación para comerla en compañía de Plaga mientras estudiaba, que aburrimiento, ojalá algún Akuma apareciera en la ciudad. Pero nada pasó, al otro día llego temprano a la escuela como de costumbre, al ver llegar a Marinette le hizo gracia pensar en que era su novia sin que ella lo supiera ¿Por qué su relación con ella era tan distinta cuando era Adrien de cuando era Cat Noir? Seguro que era culpa suya, había algo en Cat Noir que a Marinette le daba confianza y podía mostrarse tal cual era, mientras que cuando se enfrentaba a Adrien, el chico serio y perfecto, la ponía nerviosa. De tanto observarla se percató de algo, Bridgette, la presidenta de su fan club, la estaba siguiendo por todo el patio y no le quitaba un ojo de encima.

-¡JAJAJAJAJA! ¡No puedo creer esto, es tan gracioso Marinette!

-Me alegra saber que al menos alguien puede disfrutar con mi desgracia.

-Tienes que admitirlo -decía Alya tratando de controlar la risa sin éxito- haz avanzado más con Cat Noir que con Adrien en todo este tiempo ¡Incluso ya lo besaste tres veces!

-¡Nuestros labios a penas se rozaron Alya! Ese no fue un beso real.

-Sea como sea, tus padres así lo creen, felicidades amiga.

Marinette se levantó molesta de la banca en que se encontraba sentada, dispuesta a irse de ahí —¿¡A dónde vas!?— le preguntó Alya pensando en que esta vez se había pasado con su amiga —No te enojes.

-¡Si me enojo! -dijo apretando los puños- pero no contigo, conmigo, porque tienes razón, ya es hora de que invite a salir a Adrien.

-¿¡Hablas en serio!?

-¡Si!

-¡Wohoo! ¡Tú puedes Marinette!

Alya le daba su apoyo sincero a pesar de que estaba segura de que su amiga comenzaría a tartamudear como siempre y terminaría por decir cualquier otra cosa en vez de invitarlo a salir.

Adrien vio cómo Marinette se acercaba decididamente a él y también a la otra chica que a su vez, se aproximaba con cautela.

-¡Hola! -lo saludó con las mejillas encendidas.

-Hola... -contestó él más preocupado de la situación Bridgette que de lo que tendría que decirle Marinette.

-¿Te gustaría ir conmigo a una cita después de clases? -dijo para luego cubrirse la boca con ambas manos después de acabar la frase como evitando soltar un enorme grito.

Adrien estaba confundido pero rogaba en su interior que Bridgette no hubiera escuchado eso, si se enteraba de que la supuesta novia de Cat Noir estaba invitando a una cita a otro chico, era más que seguro que volvieran a Akumatizarla.

-Aaah... ¡Qué graciosa eres Marinette! -decía comenzando a sudar frío- ¿Tú y yo en una cita? ¿Qué locura no? Porque somos buenos amigos ¡Claro que me gustaría ir contigo al cine o algo amiga! Pero sabes cómo es mi padre y todas las responsabilidades que tengo que cumplir. Bueno, Nino me espera ¡Nos vemos más tarde!

Marinette volvió a donde estaba esperándola Alya con una extraña sonrisa en la cara y la mirada extraviada —¿No pudiste hacerlo verdad?— preguntó la chica.

-Creo que me rechazó -dijo sin dejar de sonreír dándole un aspecto aterrador- dejó muy en claro que solo soy una buena amiga.

-¡Tonterías, no puede ser cierto! ¿Estás bien?

-Ahá -dijo soltando una lágrima que rodó por su mejilla que ya comenzaba a sentirse entumecida al mantener la exageración curvatura de sus labios.

-¡Nino tienes que explicarme! ¡No entiendo nada!

-¿De qué hablas Adrien? -contestó medio adormilado sobre la mesa- ¿¡Hoy teníamos examen!?

-¡No! -dijo tratando de bajar la voz- ¡Marinette me invitó a salir después de clases pero usó la palabra cita!

-Para tener tan buenas calificaciones no eres muy brillante...

-¡Vamos Nino! Alya es su mejor amiga, tienes que saber algo.

-¿Y morir tan joven? Olvídalo viejo, saca tus propias conclusiones o pregúntale a Marinette directamente, solo te dire que ya era hora de que te enteraras.

Adrien sintió que se convertía en un témpano de hielo quebrado a la mitad y muchas cosas comenzaban a cobrar sentido, el nerviosismo de Marinette, el tartamudeo, la conversación en el cine con Cat Noir cuando le expresó lo difícil que era para ella hablar de sus sentimientos, ¡La declaración de amor! El timbre sonó y todos los estudiantes ingresaron a sus salones, incluso ella que iba abrazada por Alya sin mirar a nadie. Al verla, sintió que su corazón dio un brinco, su percepción de Marinette había cambiado rotundamente ahora que sabía que estaba enamorada de él pero no tenía el valor necesario para hablarle ni sabía que decir ¿Tenía que disculparse por no sentir lo mismo que ella? Y después de todo ¿Realmente no sentía nada por ella?

«Soy un superhéroe, me he enfrentado a situaciones más difíciles que esta, Marinette es mi mejor amiga y no estoy dispuesto a perderla» pensó poco después, al ver como el resto de sus amigas intentaban subirle el ánimo durante el receso y de cómo ella simulaba una alegría poco convincente.

-Marinette -se acercó tímidamente a donde estaba ella- ¿Podemos hablar?

Novia de emergencia ~MLB~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora