18 ~No es una pesadilla~

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-¡Enciéndela otra vez!

-¿Para qué? -preguntó Plaga haciéndole caso.

Adrien acomodó sus dedos en los sitios señalados por las huellas digitales y el Kwami voló rápidamente adentro de su bolsillo. Una compuerta se abrió debajo de sus pies y bajó en una especie de ascensor estrecho, tubular y transparente —¿Sabías que había esto en tu casa?— preguntó Plaga igual de asombrado que él.

-Ni siquiera se si seguimos en mi casa, ocúltate Plaga.

Al llegar abajo, el ascensor se abrió y frente a él se extendía una plataforma metálica que llevaba una especie de jardín secreto, en cuyo centro, Adrien podía visualizar algo similar a una cápsula o un féretro. El chico caminó a paso veloz a través de dicha plataforma y cuando llegó al jardín, pudo notar con el monóculo que también habían unas huellas humanas sobre la brillante cubierta blanca del artefacto misterioso. Puso su mano sobre estas y la cápsula resultó ser efectivamente un ataúd demasiado moderno, y dentro, el cuerpo de su madre lo impactó.

-¿Ma-mamá? -dijo antes de retroceder y precipitarse hacia el suelo tras haberse tropezado con sus propios pies.

-¡Adrien, reacciona! -lo abofeteó Plaga al ver lo perturbado y pálido que estaba- ¡Salgamos de aquí!

El chico se levantó como pudo y corrió nuevamente al ascensor, sin saber realmente cómo movía su cuerpo pues se sentía fuera de si, ni siquiera en sus peores pesadillas había experimentado el pánico extremo. Apretó el botón para subir y una vez arriba, la luz se encontraba prendida en la oficina y unos brazos lo sujetaron con firmeza mientras él comenzaba a patalear tratando de zafarse.

-¡Soy yo Adrien, por favor trata de calmarte!

Nathalie había despertado con una sensación de angustia por lo que se levantó a tomar un vaso de agua, pensó en Adrien y pasó por su cuarto para asegurarse de que estuviera descansando pero al no verlo por ninguna parte, comenzó a buscarlo en toda la mansión. Al encontrar la pantalla de la computadora de Gabriel encendida, tuvo una corazonada y prendió la luz, pocos segundos después vio al muchacho salir desde el subterráneo y ahora recibía los golpes y patadas que el chico lanzaba despavorido hacia todas partes —¿Qué hacías allí? No tenías que enterarte así de esto.

-¡¿Qué es todo esto Nathalie?! -la abrazó llorando en cuanto pudo reconocer su voz- ¿Qué hace mi mamá ahí abajo? ¿Qué es ese extraño lugar?

-Debe ser tu padre quien te explique todo. El vendrá enseguida en cuanto le cuente lo que sucedió.

La mujer lo acompañó hasta su cuarto y lo arropó en la cama —Trata de descansar Adrien, mañana entenderás todo— Nathalie dejó la habitación pero le estaba costando conciliar el sueño, Plaga se recostó a su lado y pudo escuchar como sollozaba por lo que se acomodó junto a su cabeza y acarició su frente hasta que ambos se quedaron dormidos.

A la mañana siguiente, Adrien se despertó con los párpados inflamados, recordó todo lo acontecido durante la noche anterior y se enrolló bajo las sábanas cubriéndose por completo. Solo pudo pensar en Marinette y en lo mucho que le hacía falta en ese momento. Pronto escuchó que alguien entraba a su cuarto —¿Estás despierto?— reconoció la voz de su padre.

-Si -dijo él sin salir de su escondite y luego sintió como se sentaba a su lado tras hundirse aquel lado de la cama.

-Escucha... tienes que perdonarme por ocultarte la verdad acerca de tu madre todo este tiempo.

Adrien se descubrió y se sentó para escuchar lo que tenía que decir, necesitaba saber aquella verdad así que Gabriel continuó.

-Es culpa de esa extraña enfermedad, tu tío Cole, el padre de Félix, falleció de lo mismo y yo no quería que mi amada Emilie corriera la misma suerte. Tuve que incurrir en lo ilegal, gracias a la tecnología de la compañía de Tomoe tu madre sigue viva, en un coma profundo del que pareciera que jamás va a despertar. Ningún médico me permitiría hacer algo así y todo lo que mantiene vivo el cuerpo de tu madre es en base a tecnología médica prohibida en Francia.

-¿Por qué no me lo dijiste antes?

-Porque sabía que sería doloroso para ti, quería encontrar una cura antes de que tú descubrieras la verdad.

-¿Crees que existe alguna cura?

-Estoy en eso, ahora estaba en Japón en reuniones con médicos y fabricantes de máquinas de última generación.

-Creí que estabas en un viaje de negocios buscando nuevos inversionistas.

-Mentí, como en todo lo relacionado a Emilie, pero ya no más, no más secretos entre nosotros. Levántate hijo, desayunaremos juntos.

Mientras desayunaban, Adrien no emitió ni una sola palabra y seguía con un aspecto que reflejaba profunda tristeza. Comió todo lo que había en su plato pues las porciones siempre eran pequeñas para él.

-¿Puedo servirme otro plato Nathalie?

-No -dijo secamente Gabriel.

-Señor, tal vez podría hacer una excepción solo por hoy...

Gabriel observó a Adrien y lo notó diferente desde la última vez que lo vio antes de su viaje —Subiste de peso ¿Por qué?.

Adrien sabía perfectamente porqué, se la había pasado comiendo delicateses en casa de Marinette ese último tiempo, tantos macarrones, croissants y abundantes almuerzos deliciosos le habían pasado la cuenta.

-No sé, creo que me veo igual que siempre.

-No, quiero que me acompañes al baño principal y que te peses en ropa interior. Nathalie, llévanos la báscula por favor.

Gabriel estuvo presente mientras su hijo se quitaba la ropa y no le quitó un ojo de encima a los números que marcaban su peso —Subiste dos kilos— dijo molesto —¿Te das cuenta lo mucho que afecta esto a tu imagen? Contrataré a  un entrenador personal.

-¡Pero padre! ¡¿En qué momento?! Con la escuela, las clases particulares de chino, mis lecciones de piano, el modelaje, la esgrima ¿Cuando haré ejercicio?

-Faltaras un día a la semana a la escuela comenzando por hoy, los fines de semana también tendrás un par de horas libres para ejercitarte.

-¡No quiero! ¡Ya no quiero hacer nada de eso! -dijo volviendo a tomar su ropa- ¡Déjame vivir mi vida en paz padre, me tienes harto!

-¡No me hables con esa insolencia Adrien! -lo sujetó violentamente de uno de sus hombros- harás lo que te diga como siempre lo has hecho.

-¡Basta! -golpeó su mano logrando que lo soltara- solo me quedaré con la escuela y las clases de esgrima, nada más.

-Escúchame bien -dijo tocando su anillo de bodas- te irás a tu cuarto ahora mismo y te alistarás para esperar a tu entrenador físico ¿Entendiste?

Adrien apretó puños y dientes sintiendo la ira acumularse, sin embargo, no pudo hacer nada contra las órdenes de Gabriel —Si padre— contestó antes de marcharse.

Novia de emergencia ~MLB~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora