9 ~Lana del tono azul cielo~

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A la mitad de la semana Ladybug y Cat Noir volvían a reunirse en un nuevo patrullaje pero esta vez ella no lo dejó esperando, ambos llegaron a tiempo a la cima de la Torre Eiffel.

-¡Escucha! -comenzó él- antes de que digas algo déjame explicarte, las cosas entre Marinette y yo no resultaron como esperábamos pero lo solucionaremos, te prometo que en poco tiempo todo volverá a la normalidad.

-Bien, no iba a regañarte de todos modos.

-¿En serio? -suspiró aliviado- ¡Genial! Estuve preocupado todos estos días por nada.

-Tampoco es que no sea nada Cat Noir, recuerda que no puedes usar tu Miraculous para cosas que no tengan que ver con salvar al mundo.

-En cierto modo Marinette y yo si estamos salvando el mundo, analízalo de este modo ¿Qué pasaría si sus padres se enteran de que todo es una farsa? Papá lobo y Quilin podrían volver a atacar o ¿Qué tal si Bridgette descubre que me invente una novia solo para evitar salir con ella? Femme Féline regresaría. Y ahora que todo París está contento con nuestra relación...tal vez sea un poco más difícil terminar con la mentira.

-¿Qué quieres decir?

-Que muchas personas podrían resultar Akumatizadas al mismo tiempo si rompemos, como los que mencioné anteriormente y mi club de fans completo, por ejemplo.

-¡Que tontería! Eso no... ¿O si? ¡Ay no, eso si que podría pasar!

-Tranquila Ladybug, tienes que confiar en nosotros. Marinette es asombrosa, mientras más la conozco, más reafirmo ese pensamiento. Es inteligente, divertida, dulce y en realidad no me disgusta fingir que somos novios, la paso muy bien con ella, en realidad, mis momentos favoritos de este último tiempo han sido los que pasamos juntos.

-Creía que los momentos más divertidos eran los que pasabas conmigo.

-Si no me hubieras dicho un millón de veces que te gusta otro chico creería que estás celosa de Marinette... -la miró intrigado cruzando sus brazos por sobre su pecho.

-¡Pfft! ¿Yo celosa de Marinette? Eso es estúpido.

-¿Te sientes reemplazada por Marinette, Ladybug? -preguntó sosteniendo una maquiavélica sonrisa.

-¡Claro que no! -se ruborizó levemente- me preocupa que andes hablando de ella como un tonto gato enamorado, Marinette esto, Marinette lo otro ¡Ni siquiera me has dicho Mi Lady una sola vez desde que llegaste! ¡No puedes enamorarte de ella Cat Noir!

-¡No estoy enamorado de ella! Marinette es mi amiga y puedo decir todas las cosas lindas que quiera acerca de ella ¿¡Qué tiene eso de malo!?

-Nada -dijo recobrando la calma y desviando la mirada- eres un buen chico Cat Noir, no quiero que te rompa el corazón así como...

-¿Así como tú lo hiciste? -dijo extendiendo su bastón para marcharse- No tienes que cuidar de mi corazón Ladybug, de eso me encargo yo mismo. Creo que es mejor que no nos vemos hasta la próxima semana, así te da tiempo de hacer lo que sea que hagas cuando me dejas plantado sin avisar.

Marinette entró por su balcón y tendida de espaldas en la cama dejó su transformación.

-Celosa de mi misma -murmuró- que tontería.

«Claro, está en su habitación, puedes subir» escuchó decir a su madre desde abajo
—¿Quién vino a verme a esta hora?— Se preguntó. La compuerta se abrió y para su sorpresa, era el mismísimo Cat Noir en persona quien entraba a su cuarto.

-¡Hola Marinette! -la saludó antes cerrar y dar un gran salto que lo hizo llegar hasta su cama en donde se recostó a su lado- perdón por venir tan tarde y sin avisar, pero pasó algo y no tenía a quien más contarle.

-¿Si? -se acomodó para escuchar lo que tenía que decirle- cuéntame...

-Creo que Ladybug está celosa de ti.

- ¿¡Qué!? -dijo largándose a reír- ¡De ninguna manera Cat Noir! Una superheroína como ella no tiene nada que envidiarle a alguien como yo.

-¿Bromeas? Tu lo tienes todo Marinette, incluso algo que ella no.

-¿Y eso qué es? -preguntó abriendo bien los ojos y dejando de reír.

-Un novio increíblemente sexy -contestó subiendo y bajando las cejas con una enorme sonrisa.

-¡Eso no es verdad y ella lo sabe! -volvió a reír mientras le cubría la cara con una almohada- dijiste que dejarías de ser tan engreído.

-Solo cuando lograra ganarte en el Mecha -dijo quitándose la almohada- aunque, si es algo que realmente te molesta puedo dejar de hacerlo definitivamente...

-¿Hablas en serio?

-¡Muy en serio! Es más, si hay alguna otra cosa que no te guste de mi puedes decírmelo y dejaré de hacerlo por completo.

-No tienes que cambiar nada de ti para agradarme -lo miró con preocupación- me gustas tal cual eres, de lo contrario no seríamos amigos Cat Noir.

-Ah... ¿Ni siquiera las bromas de gatos?

-Me gustan las bromas de gatos, son graciosas.

-Vaya... -dijo mordisqueando una de sus garras mientras miraba al techo sintiendo el corazón golpeando fuertemente contra su pecho.

-En fin, hablando de cosas que pasaron hoy, me volví a comportar como una tonta frente al chico que me gusta.

-¿¡Cuándo!?

-Acabo de decir que hoy ¿No estabas escuchado?

-Si, pero me refiero a ¿En qué momento?

-En la escuela... mira esto -dijo bajando de su cama y volviendo a subir con su mochila- te contaré cómo fue todo. Hoy era su cumpleaños e igual que el año pasado le llevé un regalo, pero otra vez, al igual que el año pasado, no tuve el valor para entregárselo personalmente y solo le dije "Feliz cumpleaños" con una voz muy tonta, pero el regalo se quedó guardado todo el día dentro de mi mochila.

Marinette sacó el paquete de regalo y se lo entregó a Cat Noir una vez que volvió junto a él —Ábrelo— le ordenó.

El chico parecía haberse quedado sin habla, abrió el papel con cuidado de no romperlo y de adentro sacó una caja que al abrirla contenía dos mitones celestes tejidos a mano.

-Mi regalo del año pasado fue una bufanda que tejí con la misma lana pero de alguna manera Adrien creyó que su padre se la había comprado, no le dije la verdad porque se veía muy feliz por eso y no quise entristecerlo. Pero bueno, finalmente nunca tendrá los guantes que hacen juego.

La chica notó entonces que por las mejillas de su amigo, bajaban caudalosas lágrimas en silencio mientras miraba ambos mitones que mantenía frente a tus ojos —¿Por qué estás llorando?— le preguntó con extrañeza.

-¡Son los guantes más hermosos que he visto en toda mi vida! -dijo recostándose sobre las rodillas de ella, sin poder decirle lo que en realidad quería- ¿Puedo quedármelos?

-Cl-claro -contestó estupefacta- nunca había visto a alguien que se sensibilizara tanto con un par de mitones.

Marinette acariciaba su cabello y jugueteaba con sus orejas de gato tratando de calmarlo pero cada vez que el chico recordaba lo que había hecho por él hace un año atrás, volvía a conmoverse y a ponerse a llorar —Deberías seguir intentándolo con Adrien— dijo después de mucho meditar.

Novia de emergencia ~MLB~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora