11 ~Perdón~

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Marinette se encerró en uno de los cubículos de los baños a llorar sentada sobre la tapa del excusado, mientras Tikki, que se hallaba sobre su cabeza, la acariciaba con su pequeña manito tratando de calmarla. Adrien entró silencioso al baño y vió como todas las puertas se encontraban abiertas a excepción de una, desde donde se escuchaban unos leves sollozos. Se aproximó hasta allí y apoyándose de espaldas sobre la puerta al fin habló.

-Marinette... ¿Estas bien?— dijo y los sollozos del otro lado se detuvieron por completo.

-¿Qué haces aquí Adrien? -preguntó con la voz entrecortada, reconociendo la de él- es el baño de chicas.

-No importa, solo estamos tú y yo.

-Pasa que... -dijo después de un breve silencio- tuve una pelea con alguien importante para mi anoche y tengo mucho miedo de que ya no quiera volver a verme.

-¿Lo crees capaz de algo así? Quiero decir, si es alguien importante para ti, debes conocerlo lo suficiente como para saber si es el tipo de persona que haría algo como eso por una simple discusión.

-No lo creo capaz de hacer eso pero, dijo qué tal vez no nos queríamos tanto como pensábamos... nunca pensé que dolería tanto escuchar eso de sus labios.

Adrien secó una lágrima que dejó un cálido recorrido húmedo por su mejilla y carraspeó para forzar su voz a escucharse normal  
—Todos hemos dicho cosas que realmente no sentimos cuando estamos enojados. Aunque no sé de quien hablas, estoy seguro de que volverá contigo porque de lo contrario, querrá decir que no era alguien digno de tener tu cariño— tras decir esto, escuchó que Marinette quitaba el seguro de la puerta así que se alejó de esta.

-Tienes razón -dijo al salir- estoy segura de que él regresará.

Adrien no pudo contenerse y para la sorpresa de Marinette, la estrechó en sus brazos de repente quedándose así, en silencio, por varios segundos hasta que ella habló.

-¿Adrien?...

-¿Si? -preguntó sonriendo sin dejar de abrazarla.

-¿No deberíamos regresar al salón?

-¡Si, es verdad! -replicó soltándola rápidamente y ambos salieron de baño rumbo a la clase de Literatura.

El chico pensó qué tal vez si era buena idea lo que le había aconsejado Plaga la noche anterior así que se atrevió a preguntar —Marinette... ¿Te gustaría ir conmigo por un helado de André después de clases?

-¿D-de André? -preguntó con las mejillas encendidas y los ojos abiertos de par en par.

-¡Si! Ya sabes lo que dicen de esos helados y me gustaría saber si...

-¡No puedo! -lo interrumpió ella- ¡No es que no quiera! Porque si quiero ¿O no? ¿Se supone que no debería querer o...? Pero si digo que no y luego me contradigo significaría que yo... ¡Olvídalo, no he dicho nada!... simplemente no puedo porque soy la novia de Cat Noir, tengo los ojos de París encima mío todo el tiempo y si alguien me viera tomando un helado de André con cualquier otro chico, podría ser peligroso.

-Pensé que esa relación era falsa, después de todo salieron juntos después de que me invitaste a salir.

-¿¡Falsa!? -preguntó riendo nerviosa y mirando para ambos lados- ¡Claro que no es falsa! Cat Noir está loco por mi y yo por el, no esta bien que andes diciendo esas cosas Adrien, alguien podría escucharte.

-Bien... -respondió con molestia pues sentía que fuera como fuera, no dejaba de sabotearse a si mismo en el amor.

Cuando entraron al salón, vieron a Nino sentado en el puesto de Marinette y la Srta. Bustier les informó que como se habían ausentado ahora ambos deberían hacer el trabajo juntos y les quedaba poco tiempo para entregarlo. La verdad, esto no fue mucho problema puesto que ambos tenían muy buenas calificaciones en la materia.

-¿Qué fue todo eso Marinette? -le preguntó Alya en el receso.

-No fue nada, anoche tuvimos una pelea con Cat Noir y el poema de Charles Baudelaire me hizo pensar en él.

-¿Y por qué fue Adrien a buscarte?

-No tengo ni la menor idea, me habló como cualquier amigo pero después me invitó a tomar un helado de André.

-¿¡Qué!? ¡Pero si te rechazó a penas la semana pasada!

-¡Te lo dije! No tengo idea de que le pasa.

Esa misma noche, Marinette se quedó esperando a que Cat Noir llegara de imprevisto pero eso no ocurrió, nunca pensó que esto podría afectarle hasta el punto de deprimirla, no obstante, pensar en las palabras de Adrien le dolían aún más. «Estoy seguro de que volverá contigo porque de lo contrario, querrá decir que no era alguien digno de tener tu cariño» ¿Acaso Cat Noir no era digno de su amistad y de las lágrimas que había derramado hasta entonces por él? Si no volvía a verlo como Marinette ¿Tendría que hacer como si nada pasara estando con él como Ladybug?. Ya entraba en un sueño profundo cuando dos golpecitos en la escotilla del balcón la alertaron —Tikki, escóndete— le ordenó a su amiguita que ya dormía cuando ella divagaba en sus pensamientos. Marinette se levantó y abrió despacio la entrada superior de su cuarto y dos ojos brillantes fueron lo primero que vio.

-Perdón -dijo entrando una rosa roja por la escotilla.

Marinette sujetó su muñeca en vez de la flor y jaló de él hacia adentro de su alcoba, Cat Noir cayó encima de ella y abrazándolo fuertemente por el cuello comenzó a llorar —Sabía que regresarías— dijo liberándose de toda la pena que llevaba prisionera en el pecho desde la noche anterior.

-¿No volvamos a pelear si?

-No, nunca más -contestó ella.

-Lamento todo lo que dije, si te quiero Marinette, demasiado. No volveré a hablar mal de Adrien.

-Perdóname por llamarte terco obsesionado -replicó ella ya más tranquila sin dejar de abrazarlo.

-No, tienes razón en eso... aunque deje de insistir, seguí amándola en secreto pero es también verdad... que en realidad no se nada sobre ella.

-No, eso no es verdad, la conoces mucho más de lo que crees -dijo llamando la atención del chico que la miró con sorpresa- o sea, supongo, pelean juntos contra Hawk Moth hace tiempo.

-Monach, ahora se llama Monarch.

-Naah, es igual...

Novia de emergencia ~MLB~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora