Cuando una fan obsesionada con Cat Noir es akumatizada en una poderosa villana y Ladybug no aparece por ninguna parte, este debe encontrar el modo de zafarse de ella buscando la ayuda de alguien más.
Fanfic basado en mi teoría favorita de MLB, el cu...
Cat Noir volvió a mirarla sorprendido, eso era lo mismo que había dicho Ladybug —Marinette ¿Tú eres Ladybug?— preguntó dejándola en shock.
-¡Claro que soy Ladybug! -contestó riendo exagerada- ¡Acaso no ves que somos idénticas!
El chico la miró profundamente a los ojos por unos instantes sin decir una palabra haciéndola transpirar de miedo, pero luego se largó a reír de manera burlona —Si claro, como si Ladybug anduviera por allí tropezando y tirando todo a su paso en su día a día— dijo completamente convencido de sus palabras haciéndola reír más relajada —Aún así, creo que ya doy por finalizada la época de esperar a que un día se enamore de mi.
-¿¡QUÉ!? ¿¡Por qué!?
-No lo sé... ya no pienso tanto en ella como antes.
-Pe-pero...
-Pero nada, ha sido bastante doloroso para mi y ya no quiero continuar en el mismo sitio con Ladybug, siendo un patético enamorado, como guardiana y amiga estamos bien. Además -dijo volviendo a abrazarla- ella solía ser la persona en quien más confiaba y con quien más me divertía pero desde que nos volvimos buenos amigos... ya no me he vuelto a sentir solo.
-¿O sea que cambiaste a Ladybug por mi?
-No se trata de cambiar a las personas, es solo que tú... llenas un vacío mucho más grande.
Se quedaron mirando por unos instantes en los que Marinette sentía que estaba flotando, ese Cat Noir era tan diferente al que creía conocer ¿Por qué la hacía sentir como si fuera la chica más especial del mundo, cuando para él era una simple civil?.
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Adrien escondido tras la máscara del héroe se resistía a besarla, le aterraba arruinar lo que tenían y la amaba tanto que, a pesar de no ser su estilo, decidió que esconder sus sentimientos era lo mejor para mantenerla a su lado, después de todo él no era su tipo —Y... ¿Qué tal estuvo tu día? ¿Pasó algo interesante?— preguntó para cambiar de tema y averiguar que tenía que decir acerca de lo que había pasado entre ellos ese día en la escuela.
-No mucho, Adrien me invitó a salir pero lo rechacé por tu culpa.
-Me encanta que seas una novia fiel -rió él- pero hablado enserio ¿No estás molesta conmigo por eso? Después de todo, es lo que querías desde un principio.
-Si pero ahora creo que tenías razón, no en que Adrien sea un tonto porque no lo es, pero si en qué tal vez me gusta la parte más superficial de él ¿Que tal si en realidad nunca estuve enamorada como creía?
-¡No! ¿Por qué creerías algo así? En tu declaración dijiste que...
-Se lo que dije -lo interrumpió- pero me hiciste abrir los ojos Cat Noir ¿Qué es eso de que me rechacé una semana y a la siguiente me invite a tomar un helado con André? ¡No tiene sentido! Tal vez no lo conozco lo suficiente, nunca he podido hablar con él como una persona normal, siempre actúo de forma rara por lo nerviosa que me pongo al estar cerca suyo.
«Bien hecho Adrien» pensó sarcástico el héroe al enterarse de que había alejado aún más la posibilidad de tener algo con ella por haber seguido los consejos de Plaga.
-En fin... -suspiró ella- ya no tengo sueño ¿Quieres jugar un rato? Te enseñaré a usar la combinación triple lanzador.
-¡Siii!
Una media hora después, ya se habían olvidado por completo de que el resto de la familia descansaba y Tom se despertó con las risas que provenían del cuarto de su hija, miró su reloj y le extrañó que Marinette estuviera despierta a esas horas hablando por teléfono así que se levantó a regañarla para que se durmiera.
-Marinette, ¿Qué haces desp...? -alcanzó a decir antes de verlos a ambos jugando frente a la computadora.
-Hola... -sonrió Cat Noir asustado saludando con una mano.
Tom se cruzó de brazos y frunciendo el ceño habló con un tono de voz firme y aterrador —A dormir ahora— ordenó.
-¡Papá!
-N-no, no es necesario, me voy ahora mismo.
-No te estoy echando Cat Noir, son las una de la madrugada ¡A la cama los dos!
Cat Noir se subió de un brinco y se acostó enseguida, Marinette lo siguió más lento y luego de apagar la luz también se acostó, de mala gana por la forma en que su padre los regañó. Tom cerró la puerta de la guardilla y luego de medio segundo la volvió a abrir bríscame —¡Ni se te ocurra quitarte ese traje!— advirtió antes de cerrarla nuevamente para irse a dormir.
-¿En serio te vas a quedar? -le preguntó en la oscuridad con un intenso rubor en las mejillas.
-Bueno, en mi casa creen que estoy dormido así que nadie notará que pasé la noche afuera si llego temprano mañana.
-Genial, ensuciarás mis sábanas con tus botas -dijo cruzándose de brazos.
-Bueno, me iré si eso es lo que quieres.
-No, está bien -dijo volteándose para darle la espalda- puedes quedarte, buenas noches.
-Buenas noches -contestó dándole la espalda también- y no ronques tan fuerte.
-Yo no ronco -rió ella- tú no babees sobre mi almohada.
-No te prometo nada -replicó divertido.
Adrien estaba cansado pero no podía dormir, su cama olía deliciosamente a ella, sus sábanas eran suaves y podía sentir el calor de la espalda de ella contra la suya, su corazón latía alocado y estaba feliz de aquel fortuito incidente que lo haría pasar la noche junto a la chica de quien se sentía irremediablemente enamorado. Se giró hacia ella y con ayuda de su visión nocturna quitó de su cuello el cabello suelto que lo cubría, Marinette, que tampoco podía dormir, reaccionó acercándose un poco más a él dándole a entender que también quería que hiciera lo que estaba pensando hacer. Entonces, el chico la abrazó de cucharita y depositó un tierno beso debajo de su oreja, Marinette tomó una de sus manos con cariño y acomodándose mejor contra su cuerpo, pudo sentir el pecho de Cat Noir latiendo fuertemente apegado en su espalda, cuya velocidad se sincronizaba con su propio ritmo cardiaco.
Ninguno de los dos dijo una palabra y pocos minutos después se quedaron profundamente dormidos.
