12| enough for you.

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me dejaste llorando
preguntando que

me dejaste llorandopreguntando que

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había hecho mal.

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El sollozo hizo a Robby separarse de Sam, quién quedó descolocada, el chico negó con la cabeza, bajando la mirada, sin poder enfrentar a la chica de ojos azules.

-Lo siento, no puedo...- dijo él, Sam asintió- Regan y yo no estamos en buenos términos ahora, pero... la amo, es mi novia y no puedo hacerle algo así.

Sam asintió otra vez, desviando la mirada incómoda.

-No, está bien- respondió Sam- entiendo completamente. Está bien.

Robby pasó una mano por su cabello, ambos se habían quedado en silencio, Sam se sentía un poco tonta, de alguna forma sabía que el debía tener sentimientos por ella, ya que si no, no se hubiera acercado a besarla, pero Regan aún estaba ahí, controlando las decisiones del castaño.

-Mamá llama para cenar- avisó Anthony, con la mirada en su tableta, dándose vuelta por dónde vino.

Ambos adolescentes caminaron hacia el comedor, aún callados, tensos, e incómodos, Daniel estaba sirviendo la cena, cuando Amanda preguntó, ajena a la situación, un muy casual:-¿Regan ya se fue?

Robby y Sam alzaron la mirada hacia Amanda, bastante confundidos, Robby abrió la boca para hablar pero nada salió de ella, haciendo que la señora Larusso los mirara sin entender.

-¿Cómo que si Regan ya se fue?- preguntó Samantha, al ver que Robby no iba a ser capaz de pronunciar palabras, Amanda se acomodó en la silla, para tomar un poco de ensalada del bol.

-Mmm que Regan vino a ver a Robby, hace como diez minutos- contó- ¿no lo sabían? literalmente llegó y preguntó por Robby, aunque pudo ser una alucinación porque tenía un vestido formal bastante bonito.

Robby palideció, se puso de pie abruptamente, para correr hacia el dojo, rápidamente rebuscó entre sus cosas, hasta sacar la entrada al recital de Regan. Puso una mano sobre su frente, bastante decepcionado de si mismo.

La fecha era para ese día. Y el lo había olvidado, prometió miles de veces que iría, aunque no estuvieran en buenos términos, el no quería faltar, y estaba seguro de que lo que habían escuchado, se trataba de Regan. La había regado por completo y probablemente no tenía solución.

[...]

R

egan estaba sentada en el sillón del living de su casa, aún usaba el vestido rojo hecho a medida, y su peinado no era más que mechones desordenados, fueron a cenar juntos, sus padres y Ansel, ella había estado ausente toda la cena y ellos no tenían que ser adivinos para saber, que se trataba de la ausencia de Robby en el lugar.

DON'T BLAME ME; robby keene Donde viven las historias. Descúbrelo ahora