2| traición.

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Regan sufrió convulsiones las primeras dos noches, las que resultarían críticas, las que determinan si sufriría muerte cerebral, pero al tercer día, nada sucedió. La chica no sufrió lo que los doctores pronosticaban, se mantuvo ahí, dormida.

Ansel miró hacia su hermana, de pie al lado suyo, la chica permanecía dormida, al menos eso parecía, se sentó en la silla al lado de la camilla, apretó su mano, suspiró pesadamente.

-Despierta, Regan- pidió para si mismo- por favor, despierta.

Acarició con cuidado, los mechones largos que caían por su rostro, quiso llorar pero no pudo, solo sentía frustración, solo sentía dolor, negó con su cabeza otra vez.

-Lo siento por no haber estado aquí, por no haberte protegido- murmuró dolido- lo siento por no haberte cuidado, ni aconsejarte mejor, necesitabas alguien con quién hablar y... todo esto pasó.

El rostro porcelana de su hermana parecía brillar, parecía casi fantasmagórico su estado, sus ojos aún estaban morados por la lesión cerebral, al igual que la parte de atrás de su cuello. El doctor quiso que agradecieran que no se quebró el cuello, porque pudo morir instantáneamente.

¿Cómo podía agradecer? de todas formas, su hermanita sigue sufriendo, su hermanita estaba muerta en vida, no había otra forma de describirlo.

Asher entró a la habitación, extendiendo el vaso de café, el pelirrojo sonrió hacia su padre, dándole las gracias, ambos hombres se quedaron en silencio, mirando hacia la adolescente.

-¿Cómo pudo hacerle algo así?- preguntó Ansel, en voz baja, negó apretando sus labios en una línea- ¿cómo pudo hacerle esto e irse corriendo? ¿cómo la dejó ahí con la cabeza rota? ¿cómo...?- ocultó su rostro entre sus manos.

Asher suspiró, pasando una mano por su rostro, tomando asiento al lado de su hijo, colocando su brazo alrededor de sus hombros.

-Es un niño, se asustó- Ansel lo miró casi indignado- no lo defiendo, pero... es un chico asustado. Esto tiene que ser un accidente, porque Robby no podría hacerle esto a Regan.

-Lo se, me cuesta pensar que el que empujó a mi hermana, sea el mismo chico que parecía enamorado de ella- dijo- ¿cómo pudieron pelearse así?

-No fueron solo ellos- contó, el lo miró extrañado- fue toda la escuela, al menos lo que sabía karate, Aisha Robinson se mudó por la pelea... se salió de control.

Ansel no podía creer lo que escuchaba, ¿cómo adolescentes podían destruir tanto a su paso? Ansel miró a su padre, antes de preguntar, un poco inseguro.

-¿Llamaste a Tonya?- su padre asintió, el alzó las cejas- ¿y que te dijo?

-Dijo que vendrá- parecía no estar para nada preparado- no sé cómo Portia se lo tomará, el accidente de Regan la ha dejado fatal y esto es demasiado.

-Debiste decírselo desde el principio.

El hombre asintió.

-Ya es muy tarde para arrepentimientos.

Si, era muy tarde para arrepentirse. Demasiado tarde para devolver el tiempo, para corregir errores. Era hora de enfrentar los errores y pagar cuentas con el pasado.

[...]

Madison caminó en dirección hacia la salida, todos en la escuela lo miraban, todos parecían observarlo, señalarlo, rodó los ojos. Salió del edificio, subiendo a su auto, en otros momentos Regan lo llevaría, pero ella no estaba ahí.

No estaba ahí.

Cuando llegó al hospital, los padres de Regan se encontraban en la habitación de la chica, la habían transferido a una habitación, fuera de terapia intensiva, lo cual era un grandísimo avance, la inflamación comenzaba a bajar, y aunque eso no aseguraba del todo, que ella despertara, totalmente sana y dueña de si misma, era algo.

DON'T BLAME ME; robby keene Donde viven las historias. Descúbrelo ahora