DON'T BLAME ME; robby keene

11| stay.

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Regan estaba dormida en la cama de Madison, cuando el papá de su amigo entró de forma inesperada, haciéndola incorporarse sobresaltada,  puso una mano en su corazón, tratando de recuperarse por aquel susto.

-¡Regan! lo siento, no quise despertarte- se disculpó el señor Roux, mientras le sonreía- estaba buscando a Madison.

-Oh, no se preocupe- respondió con la voz un poco ronca, agradeció haberse vestido la noche anterior con la pijama que dejaba en la casa de Madison.

El hombre cerró la puerta, dejándola acostada de espalda, y mirando al techo, se incorporó, buscando su bolso, el móvil tenía numerosas llamadas perdidas de sus padres y de Tonya. Se limitó a escribirle un mensaje a su mamá, avisándole que estaba donde Madison.

mamá: nos tenías preocupados.
hablaremos cuando llegues a casa.
cuídate por favor, Regan.

Regan: está bien.

La puerta volvió a abrirse, esta vez era Madison, que entraba con ropa de gimnasio, se quedaron en silencio, mirándose por unos segundos, sin saber bien que decir o que no decir, Regan carraspeó.

-Buenos días.

-Hey- saludó Madison, visiblemente nervioso, cosa que hizo a Regan sonreír de lado- mmm ¿dormiste bien?

-¿Puedes dejar de estar tan raro? si, follamos, no lo hagas algo grande- dijo levantándose de la cama, Madison suspiró- sabía que eran las consecuencias de que sucediera, pero no sabía que te lo tomarías así.

-Sabes que me gustas- dijo el de repente- y yo sé que solo me ves cómo un amigo, por mucho que me pese. Anoche tuvimos sexo y lo estuve deseando por un tiempo, así que déjame procesar las cosas a mi manera.

-Quizás deberíamos hacerlo de nuevo, para que te acostumbres- bromeó divertida, mientras buscaba su ropa- me daré una ducha.

-No puedes insinuar eso e irte así, Regan Bergman- dijo el, mientras ella se apresuraba al baño, pero Madison la tomó de la cintura, haciéndola soltar una risita nerviosa.

-¡Solo quiero tomar una ducha!- dijo divertida, mientras intentaba soltarse del agarre del chico- ¿que haces?

Madison cerró la puerta del baño, Regan sintió la adrenalina y la excitación llegar rápidamente a su cuerpo. Madison la soltó, quitándose la camisa, revelando el abdomen trabajado.

-Estás loco, tus padres están abajo- susurró ella, abriendo mucho los ojos, mientras el le devolvía la mirada, con los suyos llenándose de cierto deseo.

-Como si mis padres prestaran atención a algo que no sean sus teléfonos- rodó los ojos, mientras le quitaba la camiseta a Regan- además, yo también necesito una ducha.

Regan soltó una risita, que quedó ahogada cuando Madison la besó, haciéndola gemir y acariciarlo, mientras el agua los mojaba a ambos. El chico la cargó, haciéndola envolver sus piernas en su cadera, Regan no se explicaba como tenía tanta fuerza pero le encantaba.

No tenía prisa de volver a casa. Porque el único momento en que realmente se sentía en paz, cómoda y segura, era con Madison.

[...]

-Realmente me parece que has sido irresponsable- dijo Portia, mientras Regan se encontraba sentada frente suyo en la sala, su padre negaba con la cabeza, mirándola también, cruzado de brazos- no sabes el miedo que nos dió. ¿Y si te pasaba algo?