5| my baby is a good man.

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-Quiero ver a Robby- anunció Regan en el desayuno, su familia la miró con distintas reacciones, sus hermanos sorprendidos, su madre asustada y su papá negó con la cabeza- quiero hacerlo.

-No vas a acercarte a ese demente- negó Ansel, mientras su papá le daba la razón- te empujó Regan, y te causó todo esto.

Regan apretó sus labios en una fina línea, recordó la herida detrás de su cabeza, los tutores en su muñeca, el dolor que sufrió en el hospital pero aún así, eso no fue suficiente para que ella dejara atrás su idea.

Había llegado a su casa, una semana atrás, su habitación estaba exactamente igual, todo en su lugar, excepto que su caballete estaba vacío, pensó en cuanto estuvo sin pintar, amaba pintar, no entendía porqué no lo había hecho, encontró debajo de la cama, el cuadro de Robby.

No recordaba haberlo terminado, pero ahí estaba, el chico sonriente con sus poderosos ojos verdes, el corazón de Regan se arrugó al verlo, acariciando el lienzo y las pinceladas, con las yemas de sus dedos.

-Necesito una respuesta, respuestas que ustedes no me dan- insistió- llegué a casa hace una semana, hago preguntas todos los días y son incapaces de decirme, ¿por qué demonios terminé así?

Tonya suspiró, intentando tomar su mano pero ella se retiró, molesta:-Te entendemos, Reggie... en serio.

-¡No!- exclamó poniéndose de pie- no me entienden, no entienden lo que es no recordar porqué tu novio te dejó, ni porqué te empujó de una baranda, ni recordar a quien dicen es tu mejor amigo, ni poder no recordar la mitad de las cosas que hice, ni si pinto, no entienden lo que se siente que digan que nunca voy a tocar otra vez, ni tienen miedo de no volver a recordar.

Portia secó sus lágrimas, sin poder contradecir lo que su hija decía, Regan vio que ninguno iba a responder, por lo que se dió la vuelta y regresó a su habitación, Ansel la siguió, queriendo consolarla pero ella negó.

-Ansel, por favor...déjame sola- pidió con los ojos oliva empapados en lágrimas, miró a su hermano, suplicante- por favor, necesito estar sola.

Ansel asintió, dejándola cerrar la puerta de doble hoja francesa, el pelirrojo pasó una mano por su rostro, quería ayudar a su hermana pero no sabía cómo, mientras tanto, Regan tomó su móvil, marcando un número que hace muchísimo no contactaba.

-¿Roja?

-Sensei, necesito su ayuda.

[...]

La voz de Samantha Larusso llenó cada rincón mientras hablaba en el noticiero local, Robby miró hacia la televisión, Samantha no estaba segura de que había sido un accidente, no creía que robby no sería capaz de ello.

Ella no me conoce realmente.

Robby se dió cuenta del error, Samantha realmente nunca había confiado en el, el no pensó en lo que hacía, no pensó en que Regan estaría ahí o que Miguel estaba cerca de la baranda. Estaba dolido y cegado por el odio, no sabía que eso sucedería.

-¿Es tu chica?- preguntó uno de los reclusos, Robby negó con la cabeza.

No, Sam no era su chica. Su chica jamás habría dicho eso, Regan lo conoce más de lo que el mismo lo hace, el sabe que ella jamás lo juzgaria. Sabía que, aunque dijera que no lo amaba, ella conocía quien era robby realmente.

-Parece que ya no le gusta la vainilla, ahora le gusta la horchata- Robby mira al idiota, que habla de Sam, aprieta su mandíbula.

-Cierra la boca.

DON'T BLAME ME; robby keene Donde viven las historias. Descúbrelo ahora