𝐇𝐈𝐓𝐒𝐌𝐄 ೃ
Sukuna está enamorado de un chico que solo le escribe en cartas e Instagram, pierde su cabeza tratando de imaginar cómo sería la sonrisa de aquel individuo.
Mientras tanto, Megumi se hunde en sí mismo, manteniendo en secreto quién es...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo siete: Pecado
__________________
Sukuna es un ángel caído, y él no puede ofrecerle el cielo a Gum, pero está bien, porque Gum es un pecador
_________________
Con esfuerzo, Megumi caminaba en la entrada del instituto ayudado de Gojo, Yuuji quien hablaba con Kugisaki se sorprendió mucho al igual que su amiga.
—Por Dios, Fushiguro, ¿Qué te pasó? —preguntó Itadori tomándolo del otro brazo.
—Parece que un amigo de Shigemo lo atacó mientras venía hacia aquí.
—Deja te ayudo con esto. —Kugisaki tomó la mochila de su amigo y siguió a los más altos hasta la enfermería.
Megumi realmente no quiso crear un drama con otra escuela ni nada, así que simplemente dijo que unos tipos le intentaron robar el teléfono pero se defendió y terminó golpeado, vaya mentira tan ridícula, pero Megumi ya estaba acostumbrado a mentir, después de todo, eso hacía todo el tiempo.
—Amigo, desde hoy te vendrás con nosotros todas las mañanas. —Itadori estaba realmente preocupado por Megumi, no sabía en qué se estaba metiendo pero lo que sí sabía es que era su amigo y lo iba a defender hasta que no pudiera más.
—No gracias, solo fue hoy, mi papá me viene a dejar cuando puede, solo tomaré otro camino.
—Fushiguro cariño, te quiero y todo pero eres un idiota al rechazar la propuesta de Itadori. —exclamó Nobara mientras le extendía un pie de manzana, necesitaba comer algo, o eso creyó ella.
—Lo sé. —murmuró mientras tomaba el pequeño pie entre sus manos.
—Si vienes con nosotros todas las mañanas, nadie va a intentar lastimarte, Sukuna y yo podríamos...—Itadori no pudo terminar la frase pues un exaltado Megumi lo interrumpió.
—¡No! Eh...no, no es necesario, créeme, yo me sé defender solo y lo sabes muy bien, pero ese tipo me tomó de imprevisto y por error mío lo subestimé, no volverá a pasar, tranquilo.
—Fushiguro...insisto en que debes de venirte con nosotros cuando tu padre no pueda venir a dejarte.
—Itadori, ya dije que no. —Megumi estaba un poco irritado por la insistencia del chico, el de hebras rositas solo se encogió de hombros y soltó un tenue "Está bien".
—La enfermera dice que puedes irte a casa, ya paró tu hemorragia nasal y la sutura de tu labio está bien, solo necesitas mantener el hielo ahí. —Gojo cambió un poco el tema, no quería que agobiaran al pobre Meg.
