𝐇𝐈𝐓𝐒𝐌𝐄 ೃ
Sukuna está enamorado de un chico que solo le escribe en cartas e Instagram, pierde su cabeza tratando de imaginar cómo sería la sonrisa de aquel individuo.
Mientras tanto, Megumi se hunde en sí mismo, manteniendo en secreto quién es...
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"Y es aquí cuando pienso que me gustaría estar muerto, quizás así brillaría tan lindo como tú entre las estrellas." ________________
Capítulo 14: Gum
Durante el tiempo que Sukuna ha tenido conciencia y puede diferenciar entre lo bueno y lo malo, ha elegido muchas veces el camino incorrecto, pues es lo que hace un adolescente, pero de eso a engañar a su novio, hay una gran muralla que los separa. Sukuna nunca fue alguien promiscuo, digo, tampoco era virgen pero el sexo no era algo que lo emocionaba al extremo de querer buscarlo en cada fiesta a la que iba.
Gum siempre fue el dueño de sus pensamientos, de su corazón, de sus deseos más impuros, entonces, ¿Por qué él ha hecho esto? ¿Por qué se prendió con alguien que no era su lindo y amado Gum? No lo comprendía, pero aún así le daba asco, Sukuna sentía asco de sí mismo, tanto que llevaba lavándose las manos y los dientes unas cuatro veces en el transcurso de la mañana.
Los pensamientos de Sukuna estaban perdidos en el valle de las sombras, hundiéndose cada vez más en esto, pudriéndose en su propia mierda, ¿Y qué era lo peor? Solo son las 8:00am, Gojo y Suguru lo fueron a dejar a su casa cuando este despertó. Se negó a ir a clases ese día, de todos modos su padre tampoco lo sabría, pues él se iba a trabajar desde muy temprano y regresaba hasta la noche.
Sukuna sabía que tenía que comer pero no tenía hambre, miraba con asco su cereal, ese cereal que amaba tanto, ahora se había convertido en algo que le generaba repulsión, soltó un suspiro pesado y empujó el cereal con delicadeza, estuvo a punto de levantarse cuando la voz de cierto chico de cabellos negros lo sorprendió.
—¿Se puede saber por qué no estás en el instituto, Su-kun? —el tono en la voz del muchacho era de duda y de leve molestia, ¿Cómo era posible que su hermanito estuviera saltándose las clases?
—Ah, Chōso ¿Qué haces aquí?
—Lo mismo te acabo de preguntarte a ti, ¿Por qué no estás en clases?
Sukuna se encoge de hombro levemente ante la insistente pregunta de su hermano mayor, no quiere responder nada, no quiere decirle nada a nadie en este momento. Chōso nota el extraño comportamiento de Sukuna y su postura se vuelve más suave.
—Hey, ¿Pasa algo? Soy tu hermano mayor y estoy para escucharte y protegerte, si hay algo que te molesta, solo dímelo, puedes confiar en mí.
El tono en que Chōso hablaba era tan cálido, tanto que hacía dudar a Sukuna si mantenerse callado o no. El de ojos zafiros se muerde el labio levemente tratando de pensar una respuesta lo más pronto posible.
—¿Pasó algo con Gum? —vuelve a hablar, su corazón comenzó a palpitar rápidamente, podía sentir la sangre correr por sus venas en un pulso acelerado.
