13: 𝕿𝖍𝖊 𝕾𝖙𝖗𝖔𝖓𝖌𝖊𝖘𝖙

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Capítulo 13: El más fuerte

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Capítulo 13: El más fuerte

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Y mientras las lindas mentiras se mantienen entre sus labios, estas envenenan todo a su paso, incluso al joven que una vez lo amó con toda su alma.

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Gojo siempre fue alguien sociable, por eso nadie se sorprendió cuando aquel niño de 8 años, se acercaba alegremente a un pequeño de cabellos rosados el cual se veía un poco tímido al inicio, y aunque no sabía cómo seguir una conversación o hacer que el resto de niños lo incluyeran en los juegos, él seguía intentando.

Aún recuerda la primera vez que lo vio, fue en aquel arenero escondiendo sus dinosaurios de juguete y luego revolviendo la arena para después desenterrarlos con una pala de plástico como si fuera todo un paleontólogo. Aunque lo que más le llamaba la atención es que el niño jugaba solo, por lo que sin nada de vergüenza, se acerca al arenero y se para frente al niño.

—¡Hola! Vi que estabas jugando con tus dinosaurios, ¿Me puedo unir? —ante las palabras, una pequeña sonrisa se forma en los labios del niño quien asiente felizmente. Gojo entra en el arenero y se sienta junto al menor— Oye, no tengo una pala, ¿Tienes otra?

—No, no tengo otra, pero tengo una brocha, tú puedes quitarles el polvo cuando los desentierre.—Gojo alza una ceja, él también quería desenterrar dinosaurios pero no pone mucho cuidado a esto y accede a la sugerencia del niño.

—Está bien, seré un...¿Sacudidor de dinosaurios? —una risilla se escapa de su acompañante, Gojo es el siguiente en reír y luego toma la brocha para comenzar a desempolvar los dinosaurios de juguete.

—Soy Itadori Yuuji, ¿Y tú cómo te llamas?

—Soy Satoru Gojo, es un placer conocerte, Yuuji.

La amabilidad del niño era adorable, Gojo no entendía el por qué los niños no lo solían incluir en los juegos, pero a final de cuentas si él estaba con Yuuji, el menor no se la pasaría solo.

Con esto, durante los siguientes días en los recreos, Gojo buscaba a Yuuji en el arenero, el pequeño siempre estaba ahí esperándolo alegremente, Gojo estaba feliz con su nuevo amigo, pues él siempre quiso un hermano menor. Con mucha alegría, Gojo corre por los pasillos hasta llegar al patio, pero para su sorpresa, este día Yuuji no está ahí, un tanto confundido, lo busca con la mirada, logrando divisarlo a lo lejos, él solo deslizándose por un tobogán.

Con mucha emoción, Gojo corre hasta Yuuji que ya está abajo del tobogán y lo abraza, oh pobre Gojo que no se esperaba aquel puñetazo en la nariz.

—¡No me abraces, raro!—le grita el niño, era más fuerte de lo que Gojo pensaba, y al sentir su nariz sangrar, las lágrimas se acumulan en sus ojitos celestes, ¿Por qué Yuuji estaba siendo tan malo con él?

¡Hey Sukuna! Por favor ámame | SukufushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora