10: 𝕳𝖊𝖗

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Capítulo 10: Ella

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Capítulo 10: Ella

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Su cálido abrazo fue tan fuerte, que dejó quemaduras en la piel de Sukuna y cicatrices en su corazón.
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El otoño era la época del año favorita del pequeño Sukuna, pobre niño que fue orillado a odiarla.

Los recuerdos de Sukuna con su madre son un poco borrosos, quizás porque él así lo quiere, él odia recordarla, odia ser relacionado con ella, odia ser su hijo; pero no siempre fue así, los primeros años de su vida fueron buenos, quizás no los mejores pero sí buenos, él recuerda levemente la relación de sus padres. Jin Itadori siempre fue un hombre detallista, romántico, cursi, a veces un poco torpe pero muy atento, entonces ¿Por qué las cosas terminaron así? Ella sonreía siempre que estaba con él, le decía que lo amaba, ¿Acaso todo eso fue falso?

—¡Mamá! ¿Mañana iremos a comer hamburguesas? —la sonrisa de Sukuna era radiante, tanto como un niño de solo cinco años puede reflejar felicidad.

—Sí cariño, déjame adivinar, quieres una hamburguesa de pollo sin pepinillos y con mucha ketchup.

—¡Sí! Una hamburguesa sangrienta.

—Oh, ¿Eres un vampiro? A ver, muéstrame esos colmillos. —Sukuna sonrió lo más que pudo para mostrar todos sus dientes, la mujer ríe un poco y mueve sus manos fingiendo sorpresa.— ¡Pero qué colmillos tan grandes! Realmente eres un vampiro, tendré que comprarte tu hamburguesa sangrienta.

—¡Mami! —la voz del menor de los gemelos llamó la atención de ambos, ella sonríe mientras extiende los brazos para abrazar al pequeño Yuuji que se abalanzó hacia ella para llegar más rápido.

—Ah, Yuuji, vaya que eres rápido, oh ¿Qué es lo que traes ahí? —Kaori señaló a una bolsa con pequeños dibujitos, una sonrisa brillante aparece en el rostro de Yuuji.

—¡Es para ti! Papi y yo lo compramos de camino a casa, Sukuna eligió el color.

Kaori estaba encantada con la alegría de su hijo, ella acaricia el cabello de Yuuji y luego levanta la cabeza para encontrarse con la dulce mirada de su esposo, Jin Itadori y la de su hijo Chōso.

—Esperamos que te guste, cariño.

Con delicadeza, ella abre la bolsa encontrándose con un lindo brazalete, era precioso y lo amó. Abraza fuertemente a Yuuji, Chōso y Sukuna, luego se levanta para darle un beso a Jin, uno tan dulce como su postre favorito.

—Ewwww. —se queja Sukuna al ver el beso de sus padres, Yuuji al contrario está feliz de ver que ellos son tan felices.

—Gracias mis amores, realmente es precioso, lo usaré por siempre.

¡Hey Sukuna! Por favor ámame | SukufushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora