CAPÍTULO 6

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Hera

Phra Nang, Tailandia.

Los destellos del sol se proyectan en mis lentes mientras broncea levemente mi cuerpo y la brisa del mar humedece mi falda.

El atardecer tailandés siempre me ha encantado. Cuando era chica venia con Arthit a pasar unas pequeñas vacaciones cada que podía. Y es que aquí realmente me siento en casa. Él me ha hecho sentir así.

Arthit Thongsi es el jefe de la triada tailandesa. Bajo su poder tiene a 3 países Camboya, Vietnam y Tailandia. Es un cabron que a pesar de tener 60 años sigue siendo el jefe.
Y realmente es de esperarse ha sacrificado a 2 hijos y a su mujer por darle respeto a la triada.
Pero ahora ya no son solo 2 hijos son tres. Y el único heredero que le queda apenas tiene 15 años.

Aron Thongsi tenía el carácter y la inteligencia para dirigir a la pirámide tailandesa pero un error lo llevo al infierno.

Ahora todo recae sobre el único y legítimo heredero de la dinastía Thongsi. Kerr.
Un adolecente qué apenas y sabe cómo quitarle el seguro a un arma.

—Señorita hemos llegado -anuncia el anciano que dirigía la lancha-

—Gracias.

Con un asentimiento de cabeza bajó de la lancha y mis pies se hunden en la blanca arena, hasta salir del mar.
Camino por 20 minutos selva adentro hasta topar con el lago.
A pasó lento comienzo a pasar el puente, hasta que veo a los hombres de seguridad del anciano.

—Identifíquese

—Hera Johnson

Nadie impide mi pasó, pero aun así los cuestionó.

—¿Dónde está?

—En el balcón frente a las montañas.

Al llegar a dicho lugar, un cuerpo masculino y canoso enfundado en un traje blanco playero me recibe de espaldas mientras, que el humo del cigarrillo lo rodea.

—Morirás de cáncer en menos de 2 años.

Ríe.

—Lo dice la chica que lleva más tiempo muerta que viva.

—Bueno por lo menos yo no tengo nada que perder.

—Sabes que eso es lo único que te mantiene dentro del negocio ¿Cierto?

—Lose y pretendo qué continúe así. Porque no quiero estorbos.

—Lamento informarte que tienes uno frente a ti.

—Tú no eres un estorbó, eres un aliado.

—¿A qué vienes?

Su cuerpo gira en un brusco movimiento, que provoca que el vaso de licor caiga. Y el puro es lanzado con fuerza al cenicero.

—A verte. -respondo antes de sentarme en uno de los sofás-

—No, necesito tu lastima. Así que lárgate.

Sonrío.

Está dolido y lo entiendo yo estuve peor hace 5 años, pero el juego tiene que seguir y no se detendrá sólo porque te has caído.

—Si te tuviera lastima te habría traído un premio de consolación.

—Cuando perdí a Nora y a los niños me jure que jamás dejaría que me jodieran de esta manera. Pero heme aquí llorándole a mi tercer hijo, mientras que Kerr me pregunta cuándo volverá su hermano.

—Arthit, -empiezo- en nuestro mundo no podemos tapar el sol con un dedo, pero si con una bala. Kerr debe de saber y reconocer su lugar dentro de la pirámide. Si lo sacas lo convertirás en carne fresca para los leones.

Hera +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora