Capítulo 5 ~ Encerrada y encadenada

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Colby

Cuando le tapé la boca con el trapo bañado en cloroformo al principio se opuso moviendo la cabeza de un lado a otro como si estuviera negando con la cabeza, pero al final se durmió bajo los efectos del mismo.

Mientras estaba dormida, le quité las cuchillas que impedian los movimientos de sus manos y pies, la cargué en brazos y la bajé al sótano, la encadené las manos y pies dejándola de pie sobre la pared, las manos a sus costados estirados y sus pies unidos.

Aproveché y subí otra vez a mi oficina para revisar su bolso que lo dejó sobre la mesa del escritorio. Revisando encontré sus documentos, tales como su tarjeta de identificación, tarjetas de crédito y su licencia de conducir.

"Abigail Nerea Nichols. 24 años. Soltera. 12 de Noviembre de 1989. San Diego, California"

Interesante - pensé. Eso no me bastó y seguí esculcando hasta que algo negro cayó fugazmente sobre mi regazo. Me fijé en eso, eran las llaves de su auto y otras llaves que supongo son de su casa unificados en un llavero. Pongo esas llaves sobre la mesa pensando en deshacerme de cualquier evidencia, ese auto tiene que desaparecer.

Sigo con mi búsqueda en el bolso, aunque era pequeño y no quepa casi nada quería saber más acerca de ella. Encontré un papel arrugado y doblado en un bolsillo bien escondido de ese bolso, la curiosidad pudo conmigo y lo abrí dejando el bolso sobre la mesa para ponerme a leer lo que estaba escrito en ese papel.

"Querida Abigail, quiero confesarte mis sentimientos mediante esta carta. Admito que no quiero confesártelo de frente por miedo a tu rechazo y que me veas llorar como una marica, no quiero que me veas llorar. Dejame confesarte que estoy enamorado de tí con toda mi alma, con toda mi vida y hasta podría decir que con todo mi corazón. Agradezco a Deysi por presentarme a tí aquel día que fuiste a estudiar en casa con ella. Y si te preguntas como llegó esta carta a tu bolso, lo puse en tu bolso que dejaste en la mesita mientras fuiste al baño aquel día que fuiste a verme en el hospital. En fin, espero que al leer esto tengas una buena respuesta para mí. Te amo, Jonathan".

Pamplinas - pensé - Menudo idiota! Qué lástima que no leyó tu estúpida carta de amor antes, ahora ella me pertenece de por vida.

Saqué un encendedor del cajón de la mesa de mi escritorio, lo encendí y puse aquella carta sobre el fuego. Empezó a arder en llamas y convertirse en cenizas. Una vez se quemó por completo busqué una escobeta, palita y un basurero para barrer las cenizas y ponerlas en la basura.

Ya terminado con todo, me dirigí al sótano para ver si ya había despertado, pero no, aún seguía dormida. Busqué mi celular y marqué a Jamie, antes de llamar me pregunté por el celular de Abigail, volví a mi oficina, busqué su celular y no encontré nada.

Podría estar en su auto - pensé. Tomé las llaves de la mesa y fui corriendo hasta su auto, lo abrí, empecé a buscar y ¡matanga! Lo encontré!

Llamé a Jamie y le pedí que viniera solo, que no le dijera a Joey ni mucho menos a la pequeña Joelle que vendría, y dijo que estaría aquí en diez minutos. Mientras tanto, me senté en el sofá revisando su celular.

10 llamadas perdidas de Jonathan.
Mensajes nuevos (4): 1 de Lucy y 3 de Jonathan.

Ese tal Jonathan me va a sacar de mis casillas. Me pongo a leer cada uno.

Lucy: "Suerte en tu entrevista con Colby. Estoy segura que te va a aceptar, tú confía" Y vaya que lo hice - pensé y me río de mi propia respuesta.

Jonathan: "Abigail, estás ahí?" "Contéstame, por favor. Te he llamado un montón de veces y no contestas" "Perdóname lo que sea que haya hecho, no me hagas esto"

Vaya idiota tenemos aquí! Anda rogando por su atención. Yo no siento nada así que no puedo entender ese comportamiento humano.

Llamada entrante: Jonathan.

Vaya que insiste este pendejo! Le colgaré y pondré en modo avión para que deje de marcar este número.

Sigo revisando, en su galería veo un montón de imágenes de ella y una chica rubia en diferentes lugares, también fotos de un mismo muchacho castaño, en algunas fotos posando y en otras distraído, también Deysi y ella con ese mismo muchacho, me llamó la atención esa foto, le hice zoom y me fijé en el rostro del muchacho. DIOS MIO! Este es el mejor amigo de Joe! El Jonathan, amigo de Joe, es el mismo que está enamorado de ella? No puedo creerlo!.

Escucho la perilla de la puerta principal y guardo el celular bajo las almohadas del sofá. La imagen de Jamie aparece y me sonríe.

JN: - Dígame para qué me llamó, jefe? - pregunta y yo le estiro las llaves del auto de Abigail que tenía guardadas en mi bolsillo de mi pantalón - Qué quiere que haga con esto? - pregunta ahora tomando las llaves.

- Has visto el auto que está estacionado frente a la puerta? - pregunto y él asiente con la cabeza - Desházte de ese auto! - exclamo.

JN: Se sorprende de mi expresión - Por qué? - pregunta ahora.

- No me gusta! Haz lo que se te ocurra. Quémalo, tíralo, pero hazlo desaparecer pero ahora! - exclamo, él asiente con la cabeza y sale sin más.

Escucho el motor encenderse del auto, me dirijo a la puerta y lo veo marcharse. Recuerdo que tengo a Abigail encerrada en el sótano y voy hasta allá a revisar si ya despertó, pero antes agarro su celular y lo pongo en el bolsillo de mi saco junto al mío.

Sigue dormida, camino lentamente acercándome a ella, acaricio su mejilla llevando las yemas de mis dedos hasta sus labios. Inmediatamente ella reacciona mordiendo mi dedo con fuerza que hasta grito de dolor.

- Por qué me tienes encerrada aquí? - pregunta con lágrimas fugaces que caen sobre sus mejillas - Qué te he hecho?

- Ya te lo había explicado - respondo suspirando - Eres mi chica máquina número 28 y a partir de hoy vas a experimentar el verdadero concepto del dolor - digo con intención de asustarla y lo logro.

- No! No! No! Dejame ir! - grita negando con la cabeza.

- No te opongas a las cadenas o te harás daño - le aconsejo y ella me escupe en la cara, me saco parte de la saliva que quedo cerca de mis ojos.

- Te das cuenta de lo que acabas de hacer? - le digo y ella se sorprende - Mira esto! - exclamo alejándome de ella hasta un manto sucio, saco de ese manto un cuchillo oxidado que siempre solía usar con las chicas que ahora están muertas.

- Qué vas a hacerme? - pregunta asqueada.

No respondo, simplemente procedo. Me acerco a ella nuevamente y con el filo del cuchillo recorro sus piernas haciéndole sangrar las mismas hasta llegar a sus muslos. Ella gemía de dolor, agitaba todo su cuerpo que hizo que le clavara inclusive.

- Puedes sentir el dolor? - le pregunté y ella seguía gimiendo de dolor.

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Hasta aquí el capítulo por ahora.

Algunos pensarán... este Colby está mal de la cabeza, o este Colby tiene problemas mentales. Lo cierto es que tiene un pequeño trauma que lo lleva a su pasado, es por eso que hace sufrir a las mujeres que le parecen muy angelicales. NO SE PIERDAN LOS PRÓXIMOS CAPS♡.

Continuará. >>


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