Capítulo 33 ~ Qué has hecho?

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Flashback

Colby

Malditos recuerdos! Maldita agonía! Desde que Abigail se ha ido no he hecho otra cosa que ir a la vidriera a beber solo en mi oficina, sin olvidar el detalle de las muletas. Recuerdo al doctor haberme dicho cuando obligadamente iba por la preocupación de Helena.

- No te preocupes! Ya quitamos la bala que tenías en la pierna aquel día que te desmayaste por el incesable dolor. Pero mientras tanto debes andar en silla de ruedas porque tu pierna sigue sin reaccionar a las órdenes del cerebro..- lo interrumpí.

- Me niego a usar silla de ruedas. No estoy inválido tampoco! - mascullo elevando la voz.

- Bien, optarías por las muletas? Es que no podrás caminar bien por unos días hasta que tu pierna se recupere completamente. - comenta el doctor.

- Eso significa que no podré ir a ver a Abigail? - pregunto en un susurro.

- Disculpa? -.

- No es nada. Caminaré con las muletas. - acepté a regañadientes.

...

En mi oficina, con las muletas a un lado apoyado a la mesa, bebiendo otra vez. Ya se me hacía costumbre. Helena, como siempre, cada vez que me veía beber me arrebataba la botella.

Siempre sumergido pensando en todas las cosas que viví con ella. Me di cuenta que ella ocupaba gran parte de mis pensamientos. Pero que idiota soy! No puedo quedarme de brazos cruzados, tengo que recuperarla, maldición!

Decidido me levanto tambaleando y con las muletas salgo de la oficina. Helena siempre dispuesta a ayudarme, me ayudó a bajar las escaleras.

- A dónde vas? - pregunta ella.

- Me he decidido e iré a buscarla - respondo algo animado.

- Te felicito! Apresúrate antes de aue sea tarde. - grita ella en respuesta una vez yo en la camioneta. Sé que una de mis piernas no me responde aún, pero eso no significa que no pueda manejar.

...

Paré en un bar, estába bebiendo demasiado. Quise ir a buscarla, pero tenía que darme valor para hacerlo.

En la barra sentado, ya llevo bebiendo media botella de ron. Una mujer se sentó a mi lado, y cuando la reconocí me sorprendí bastante.

- Abigail? - pregunté ilusionado de que mis ojos no me engañaran.

- Colby? Santo cielo! Te llevaré a casa. Estás muy ebrio! - responde ella a mi saludo.

- Me llevarás a tu casa? - pregunto sonriendo.

- Sí - responde seca.

- Perdóname nena! Mira cómo estoy. Te necesito. Por favor, vuelve conmigo! - le imploro dándole un repentino abrazo. Ella se sorprendió pero al final cedió y me correspondió.

Soltó el abrazo después de varios minutos - Vamos a casa - dice de repente.

Ella ofrece ayudarme a cargarme para no usar las muletas, pero me opongo rotundamente. Tampoco soy un minúsválido, odio que me traten así!

...

Ella me recostó en su cama, luego se recostó ella a mi lado poniendo su cabeza y una de sus manos sobre mi pecho, y jugando con mi pelo con su otra mano.

- Colby, te extrañé! - la escucho susurrar.

- No sabes cuánto lo he hecho yo. - digo volteándola quedando yo encima de ella. Me mira sonrojada, y yo no lo aguanto más.

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