I am machine

Capítulo 49 ~ Dime que está bien

Lia

Todos estábamos celebrando la Navidad. Tenían todo listo, la cena con el pavo y todo. Con nuestras copas al aire dimos la bienvenida a la Navidad.

Después de estar cinco minutos tomando del vino, estábamos todos ebrios haciendo cosas extrañas. Por ejemplo, Jamie dijo frente a todos que le gusta Lucy. Randall le dió tremenda paliza y todos estában distraídos en eso.

- Amor - me llamó Kevin -, iré al baño un rato. - me avisó, me dió un beso casto en los labios para luego dirigirse al baño que ya sabía la ubicación por las indicaciones de Abigail.

- Lia - me llamó Colby -, podemos hablar a solas? - me pidió.

- De qué quieres hablar conmigo? - pregunté algo fastidiada.

- Sólo ven! - exclamó.

Se me acercó, me jaló del brazo y subimos las escaleras. Me soltó, iba a entrar en la oficina pero me detuvo.

- Quién dijo que hablaríamos en mi oficina? Digo, quién dijo que hablaríamos? - dijo divertido.

- Tú dijiste que querías hablar. - respondí algo sorprendida.

- Está bien, mentí. Quería llevarte a algún lugar dónde podríamos gozar un rato. Quieres? - dijo divertido mientras me tomaba de la cintura. Me estremecí ante su tacto. Será esto un sueño?

- Qué? - pregunté sorprendida.

- Llevame dónde quieras, nena! - bromeó extendiendo sus manos al aire.

Creo que es una oportunidad que no puedo desaprovechar! Justo detrás de él estában las escaleras que daban a la azotea. Me acerqué a él, rodeé mis brazos en su cuello, mordí el lóbulo de su oreja y le susurré.

- Vamos a la azotea. -.

- Buena idea! - exclamó abrazándome por la cintura.

Caminamos a la azotea, subimos las escaleras mientras besaba mi cuello por detrás mío, lo que provocaba que me dieran cosquillas por su barba.

- Aquí nadie nos va a ver. - sentencié volteando a ver su rostro.

- Feliz Navidad, Lia. - bromeó divertido mientras desprendía mi vestido.

- Hazme tuya! - enfaticé.

También empecé a quitarle su saco, luego me deshice de su corbata, su camisa y finalmente de su pantalón. Él me sacó el vestido velozmente.

Movió un poco sus caderas hacia mí, al sentir su erección no pude evitar gemir. Él me recostó en una mesa deshaciéndose de todas las cosas que estorbaban. Se recostó encima mío y mordió mi cuello.

- Demonios, Colby! - me quejé del dolor que me produjo eso.

Metió ambas mano en mi espalda, me desprendió el brasier y los lanzó lejos. Bajó sus labios a mis senos ahora desnudos, y empezó a jugar con ellos. Llevé mis manos a su cabello, y lo acaricié despeinándolo.

- Dime que está bien - murmuré súper excitada.

- Crees que está mal? - preguntó rodeando mi cuerpo con sus brazos.

- Sólo dílo. - mascullé.

- Quieres ser mi amante? - preguntó de repente.

- Qué? - pregunté ofendida.

- Sólo dílo y todo estará bien. - dijo, para besar pausadamente mi cuello - Qué dices? - preguntó aún besando mi cuello.

- Es que yo no quiero ser la amante, - lo aparté - quiero ser la esposa. -.