I am machine

Capítulo 40 ~ Empezar de cero

Abigail

- Y mis cosas? - le pregunté espantada.

- Mandaré un grupo de mudanza para que lo lleve a la mansión. Feliz? - respondió él algo fastidiado.

...

- Cómo que te vas, querida? - Sasha me mira triste.

- Muchas gracias, señora! Me gustó mucho estar aquí durante todo este tiempo - le agradecí y la abracé.

- Ahora vamos! - exclamó Colby abrazándome de lado - Adios y gracias señores! - agradeció también.

- Adiós mamá! - gritó Lucy con Seth en brazos mientras nos subíamos al taxi.

...

- Adiós y gracias Lucy! - exclamé ya con Seth en brazos. Ella bajó de la camioneta de Colby y subió a su apartamento.

Al bajar del avión, Jamie, creo que era su nombre, nos fue a buscar en la camioneta en el aeropuerto. Primero nos dirigimos al hotel del apartamento de Lucy para dejarla de paso. Ahora nos dirigíamos a la mansión de Colby.

- Llegamos - avisó Jamie. Nos bajamos de la camioneta, y nos sorprendimos de ver a Lia parada allí con maletas a su alrededor.

- Qué haces aquí? - preguntó Colby frente a ella.

- Pues como dijiste que te harías cargo de mi embarazo, me vine a vivir para acá. - respondió como si nada.

- No hacía falta que te mudaras...- ella lo interrumpe.

- Abigail sí puede vivir aquí, y yo no? - sentenció.

Colby suspiró - Jamie, ayúdala con sus maletas! - ordena. Éste toma sus cosas y las mete dentro de la mansión.

- Gracias Colby! - lo abrazó y le besó en la mejilla.

- De nada! - exclama apartándola.

- Permiso. - digo amablemente para que me den paso y entrar a la mansión.

Ellos entran sin más y yo los sigo. Sin mediar palabra, subo las escaleras, dejo a Seth en su cuna de su cuarto y me dirijo a la habitación donde duermo. Me acosté esperando a Colby pero nada, pasaban los minutos y cada vez me quedaba dormida.

Lia

- Jamie, puedes dejarnos a solas por favor? - pide Colby y él sale hacia el patio trasero - Abigail, tú...- se calló al no verla ahí. Suspiró y me miró.

- Colby, perdón! Es que me desalojaron de mi casa. - confesé. Demonios, necesitaba algo y esta era la única solución.

- Por qué? - preguntó sorprendido.

- Debía pagar mil dólares al banco por el préstamo que hice para los gastos del trabajo que conseguí. Pero yo cobro mensualmente ciento diez dólares, y tenía un plazo de dos meses para pagarlo. Con todos mis ahorros sólo alcanzo seiscientos dólares en total. Mi casa estába de garantía y ya te imaginarás el resto de la historia. - termino de decir. Es la verdad! Odio pedir ayuda, pero justo Colby, el multimillonario empresario es padre de mi hijo y por qué no?

- Lia, vivirás aquí - dijo. Festejé por dentro hasta que...-. Pero yo podría ir a pagar tus deudas para que recuperes tu casa y todo resuelto! - exclamó.

- No! - exclamé furiosa - Tú no quieres que viva con ustedes porque soy un estorbo para tí, no es cierto? Dímelo claro y directo en la cara! - repliqué.

- Te seré sincero. No quiero que tú vivas aquí, - recalcó el "tú" - es sólo eso. Pero te aceptaría aquí sólo por el bebé que llevas dentro. Una vez nazca el niño, tú te vuelves para tu casa. Me has oído? - sentenció.