Capítulo 10 ~ Brutal castigo

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Abigail

Estoy en graves problemas! Espero no me corte la pierna otra vez, me ha dejado una gran cicatriz que ya sanó sólo que es horrible nomás de verlo.

Colby se pone en mi visión de tunel, sujeta una cadena en sus manos estirándola. Se sienta a horcajadas con sus piernas a cada lado de mi cintura y todo su peso sobre mí, intenta sacarme la playera que tenía puesta pero como no se podía quitar del todo por mis muñecas encadenadas usó esa playera como un trapo para cubrir mis ojos.

Ahora con mis ojos cubiertos por la playera ya no veía lo que él hacía, sentí toda la larga cadena sobre mi estómago. Levantó su peso saliendo de la cama, me sacudí para mover la cadena que yacía sobre mi estómago pero sólo se movió un poco cayendo los bordes en cada costado de mi cuerpo.

Siento algo áspero acariciar mi pierna herida, lo que me hace temblar. Luego, alguna especie de crema espesa se derrama en mis dos muslos.

- Qué es eso? - pregunto extrañada levantando mi cuerpo.

- Es una crema hidratante. Esto hará que me obedezcas la próxima vez! - exclama oyéndose contento en su tono de voz.

- Colby, no me lastimes! - le pido en mi tono de voz más tierno que pueda hacer.

- Aww! Lo siento, pero has traído a la policía a mi casa y eso no te lo perdonaré - se oía intenso en sus palabras.

Ajá!! Sabía que Jonathan llamaría a la policía, así que me trajo aquí para ocultarme de la policía!

- Me trajiste aquí para ocultarme de la policía - lo acuso.

- Sí... también - agrega y me recuesta nuevamente - Ahora no te muevas o te dolerá mucho - ordena y bueno... obedezco.

- Déjame ver, Colby! - medio grito ordenando.

- No! - exclama en el mismo tono de voz que el mío - Ahora sí, aguanta! - grita y no entiendo, aún así me preparo mentalmente para lo que sea.

De repente, siento que me golpea en el muslo derecho con algún tipo de palo de madera o una regla de metal, pero el dolor es intenso. Gimo gritando de dolor.

- No! No! No! - suplico sollozando apenas con el primer golpe.

- Y aún faltan 27 - dice y se ríe. Parece divertirle, desgraciado!

Vuelve a darme tres veces seguidas. Pego un grito que podría asustar a cualquiera.

- 27! 26! 25! - exclama él con cada golpe.

- Ya basta! - grito y me muevo inquietamente para que se detenga.

- Está bien. Conste que te lo advertí - dice y aún sigo moviéndome haciendo que las cadenas resuenen.

Vuelve a golpearme.. Creo que tenía razón, el dolor es peor cuando me muevo. Dejo de moverme pero pataleo mis pies en signo de dolor intenso. Es que el dolor no cesa, no para, sigue doliéndome.

Ahora me golpea cuatro veces seguidas y con más fuerza.

- Colby, detente.. por favor! - susurro aguantando el dolor. Creo que voy a llorar, las lágrimas luchan por salir.

- Veinte! - exclama.

- Haré lo que quieras, lo prometo! - digo sollozando.

- Ahora vamos con el izquierdo - dice ignorando lo que le dije.

- Colby! - exclamo.

Me golpea tres veces pausadamente ahora el muslo izquierdo, el cual está cicatrizado por su corte. Grito de dolor por cada golpe estremeciéndome.

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