Capítulo I: "Frío pasado"

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Se siente rara la soledad, necesito procesar todo lo que pasó en éste tiempo ¿Será por eso que me enseñó a escribir y me dio éste libro? ¿Ella sabía que iba a pasar esto? ...

Da igual. Bueno, cómo ocurrió todo esto... la verdad no sé como pasé a ésta vida, en que momento dejé que un ser extraño me transformase en esto, tampoco está mal pero... quizás era un poco más feliz.

Nadie sabe cómo se dio la casualidad de que fuese yo quién tuvo la maldición o suerte de que me eligiera a mi para comprobarme... bueno aunque... nuestros ojos cuando se encontraron hubo algo que ni a día de hoy puedo comprender, fue mucha coincidencia, es cómo que mis ojos expresaban ayuda en soledad y los de ella expresaban estarás bien conmigo. No me alejé, no demostraba ser un peligro, pero que va... tampoco tenía una mejor opción, estaba en la situación de estar a cercanías de un abismo ¿Qué podía ser peor?


Ya no podía huir de lo que iba a ser mi nuevo yo, una fase que tenía que acostumbrarme al parecer, lo digo porque en el momento de que ella me transformase me caí... ¿Piernas? ¿Por qué ella se reía? Lo que llevaba de vida me la pasaba cazando para sobrevivir, aguantándonos el helado frío de este lugar y profunda blanca nieve donde son más depredadores como éramos nosotros.

No sabía lo que estaba pasando pero su sonrisa me hacía sentir igual de seguro que cuando estaba en manada... 

Me dejé llevar con sus manos, hacía sonidos con su... ¿Voz? me decía cosas que yo todavía no entendía, me llevó a fueras de las orillas de la montaña en la que estábamos, a una cueva que nos refugiase del peligroso viento polar que había.

Encendiendo fuego como si fuese normal y al ver, que no obtenía respuesta se acercó a mí y con una de sus manos apretó con sus dedos en mi frente y la iluminación hizo que cerrara los ojos, había hecho algo en mí... "¿Qué está pasando?" le dije en la misma forma que lo hacía ella, podía hablar y comprender lo que me estaba diciendo.

Podía entender, pero todavía seguía en shock de lo que estaba pasando, era todo distinto, mi cuerpo, mis pensamientos, todo lo veía distinto, podía percibir más cosas, era todo muy extraño.

No recuerdo exactamente la conversación de ése día pero, si sé que me había explicado algunas cosas mientras miraba cómo el fuego no se consumía en un lugar sin sentido dentro de la cueva.

"Yo cuidaré de ti" Me afirmó mirándome a los ojos. Me hizo sentir más aliviado y que todo iba a estar bien.

Todo el lugar se iluminó con las creaciones de atuendos que hacía que eran para mí, ya que me notaba el frío, normal, había perdido lo más importante, mi pelaje.

 Mientras se acercaba a mí, me ayudaba a levantarme ya que no sabía mucho de las partes de mi cuerpo me contaba que necesitaba llevarme con alguien que iba a ayudarme justamente con estas cosas y para comprobar mi estado...

No entendía mucho de lo que iba a suceder, sólo sabía que me sentía mejor que antes. Era una mejora.

Abrió una especie de agujero en la nada de la cueva, la luz de la llama que había hecho se apagó y tomándome de la mano hizo que atravesara dicha creación, estaba asustado pero creo que habíamos viajado a un lugar distinto.

Era un lugar bastante llamativo, tenía paredes altas y un espacio muy grande con cosas que no pude mirar bien ya que mi atención se había dispersado en la voz de ella.


"Aquí está" Dijo y me presentó ante una persona, él estaba ahí, al parecer estuvo esperando, era muy grande, parecidas a esas bestias que veía antes, bestias de pelaje blanco, o la altura de esas criaturas con cuernos que hacían estruendos sonoros. Su cuerpo estaba cubierto con un atuendo más grande que el mío, ya que sólo podía verle el rostro, su barba, unos ojos brillantes difuminados parecidos a los que tenía ella cada vez que hacía algo que yo no entendía... pero lo que más me distrajo fueron sus manos, tenía una mano distinta a la otra.

Ruisu Volkov: Rising Storm.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora