Capítulo 4

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¿En qué momento Tom Hiddleston se enamoró de Taylor? Ni él podía recordarlo.

Quizá fue esa noche en la que coincidieron en una gala, o después de que intercambiaron teléfonos y estuvieron mandándose mensajes hasta altas horas de la noche. En ese entonces, aquel intercambio de palabras escritas se sentía prohibido, pues ella estaba en una relación y escribirse a todas horas no le parecía correcto.

Por ello, no le contó a nadie que se mensajeaba con la joven cantante, ni siquiera sus mejores amigos sabían sobre lo que hacía, aunque varias veces le cuestionaron por qué se la pasaba pegado al celular, él prefería limitarse a decir que solo se trataba de cosas de trabajo.

La primera vez que salió con Taylor fue un momento mágico, según él, hasta que escuchó los clicks de las cámaras y logró vislumbrar a un paparazzi tratando de esconderse detrás de un árbol.

A Taylor el momento le causó gracia, pues le aseguró que ellos solían seguirla a todos lados y estaba más que acostumbrada a ver fotos suyas en los medios en circunstancias extrañas y hasta divertidas. En ese momento le propuso a Tom que le regalaran a aquel hombre una serie de fotos románticas, incluso tiernas, pues era muy raro encontrar ese tipo de instantáneas en algún lado. Tom aceptó, finalmente aquel fotógrafo también se estaba ganando la vida.

Aquellas fotos llegaron de inmediato a todos los medios, supuso que aquel hombre las vendió muy caras.

En cuanto abrió la primera decidió guardarla en su celular. En aquella foto estaban ambos sentados, él la abrazó por la cintura mientras ella recargó la cabeza en su hombro. La segunda foto también la guardó en su dispositivo, se trataba del primer beso que le daba en público. Taylor casi quiso felicitar a aquel hombre por las hermosas fotos que logró captar de ellos.

Después se comenzaron a filtrar más fotos: ellos saliendo de algún restaurante, en el concierto de Selena Gómez, paseando en las calles aledañas de la casa de la madre de Tom, paseando muy cerca del hogar paterno de Taylor, había fotos de todo y siempre acompañadas de alguna nota con información de una tal Irish Healy.

Sí, los medios eran un dolor de cabeza y una piedrita en el zapato de Tom.

Por eso él mantuvo sus relaciones anteriores ocultas del ojo público, pero ahora estaba saliendo con Taylor, y mantener su relación en privado era imposible. Ella era más popular que él, según sus números en redes sociales y la cantidad de notas que salían refiriéndose a ella primero y luego al actor. Tenía que acostumbrarse a sentir el ojo de los medios y el público sobre él en todo momento si quería continuar su relación con ella.

Además, tenía que admitir que la pasaba bien. Estaba conociendo una nueva faceta suya: no sabía que podía enamorarse de tal forma que aquellas cosas no le incomodaran, sí, enamorarse, porque eso que sentía por ella iba más allá de la admiración y la simple atracción física. Sentía que la amaba y quería demostrárselo adentrándose y siendo parte de su mundo, que en parte también era el suyo, solo que el de Taylor estaba más expuesto.

—Estoy nerviosa —susurró Taylor a su lado y agitó las manos, como si eso le ayudara a alejar aquel sentimiento, luego cerró los ojos y agitó la cabeza.

—No tienes que estar nerviosa, lo vas a hacer bien, siempre lo haces bien —Tom la tomó de la mano.

Esa noche decidió acompañarla al festival de radio, ella sería la encargada de cerrar el show, y de alguna manera, él quería mostrarle su apoyo.

Tenían un mes de estar saliendo y Tom necesitaba que la cantante sintiera que estaba muy comprometido con tener una relación seria, aunque eso implicara que los medios se encargaran de difundir fotos e información de su vida privada, tal como ya lo estaban haciendo desde semanas atrás.

The Only ThingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora