Capítulo 28

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La sección de llamadas con los radioescuchas no le emocionaba a Irish esa mañana, incluso pensó en no ponerla, pues aunque no era común en ella, no se sentía con ganas de escuchar a su público, solo quería poner canción tras canción.

—Hoy no has hablado prácticamente nada —le hizo saber Susan, pues Irish estuvo ignorando la escaleta de su amiga.

—Solo quiero hacer el programa más fluido —aseguró Irish.

—Ajá... Pues yo no soy John, Irish, así que el siguiente bloque es el de las llamadas...

—¡No! Te dije que hoy no tengo ganas...

—Y no me importa, soy tu productora y creo que el programa hoy va lento —vio las indicaciones que puso Irish en su escaleta con pluma azul—. Te voy a poner tu canción después de que tomes tres llamadas. ¿De acuerdo?

—Pues la verdad es que no estoy de acuerdo, pero tienes razón, eres la productora —Irish se acomodó en su lugar, bebió un poco de agua y se dispuso a responder las llamadas de la gente.

La primera chica que marcó le dijo que esa noche tenía planeado ir a un concierto de The Rasmus; la segunda llamada fue de un chico que le pidió consejo para acercarse a la chica que le gustaba y Irish no supo qué decir.

—«Creo que le preguntas a la persona equivocada, hace años que no me acercó a alguien de esa forma. Pero, sí tengo un montón de amigos, así que te recomiendo que primero te acerques a ella como su amigo, platiquen, salgan y luego, si las cosas se dan, pues inténtalo» —aconsejó la locutora.

—«Intentaré ser su amigo, la verdad me da mucha pena hablar con ella» —dijo el chico.

—«Toma tu tiempo. ¿Quieres alguna canción? Quizá una que le puedas dedicar» —Irish sonrió frente al micrófono, se sentía cómplice de su radioescucha.

—«La verdad es que no pensé alguna. ¿Se la puedo dejar a la siguiente persona?» —preguntó el chico.

—«Claro. Y mucha suerte con ella» —Irish cruzó los dedos.

—«Y bueno, esta llamada elige la canción y más te vale hacerlo bien. ¿Con quién hablo?» —Irish se cruzó de brazos sobre la mesa, ya se sentía con un poco más de ganas para interactuar.

—«Yo le hubiera recomendado al chico de la llamada anterior que le compre algo, unas flores, un oso de peluche o unos chocolates, cualquier detalle es bueno. Y tampoco hubiera desperdiciado la oportunidad de dedicarle una canción» —habló William y eso provocó una gran sonrisa en Irish.

—«Advertí que no soy buena en este tipo de temas. Chico de la llamada anterior, mejor hazle caso a William» —dijo ella en voz baja y Tom se comenzó a reír.

—«Espero que mi consejo le ayude» —dijo William.

—«William, nos da mucho gusto escucharte, hace tiempo que no llamabas» —aquello lo dijo tratando de evitar que sonara como reclamo.

—«Tengo mucho trabajo, Irish, pero hoy es mi día libre y no podía dejar de llamar» —Tom bebió un poco de su café.

—«Pues gracias por acordarte de nosotros en tu día libre. ¿Quieres la canción de siempre?» —preguntó ella, aunque Susan ya la tenía lista.

—«Ya sabes que sí» —respondió él.

—«De acuerdo. Y ustedes no se vayan a ir, nos escuchamos en un momento» —dijo Irish y la canción de Taylor sonó como cada mañana.

—Yo estaría aprovechando mi día libre para dormir —comenzó a hablar Irish.

—Lo pensé, pero extrañaba mucho hablar —dijo Tom.

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