EXODO

122 7 1
                                    

Éxodo

Año 25 después del deshielo.

Como siempre se dijo, el calentamiento global terminaría por derretir los polos y bueno así fue. En el año 2035 el nivel del agua subió tanto que muchas partes del mundo quedaron bajo metros de agua, mas nadie dijo que venía después.

Yo nací un año antes que la última capa de hielo polar se evaporara, se evaporara, entienden eso. El agua se derritió y luego se evaporó. Los que pensaban que viviríamos de ahora en adelante en el mar se equivocaron rotundamente. Solo pasaron 5 años para que finalmente la temperatura subiera y evaporara el agua a tal punto que hoy, 25 años después del deshielo ya no quede agua que beber. Solo esperar las lluvias para poder juntar algo y sobrevivir.

Pero hubo alguien que dijo, antes de que las aguas regresaran a su normalidad, que existía un lugar donde el agua se estancaría y la vida podría volver a tener forma, mas no dijo de qué forma era aquella vida.

Cuando ya tenía 15 y la vida aún era sustentable, mis padres comenzaron el éxodo junto a cientos de personas que lograron sobrevivir al deshielo y posterior evaporación. Claro, la evaporación hacia que hubiera nubes y esas nubes provocaran lluvias, pero las nubes ya no podían dar agua o no tanta como antes.

El grupo que lo lideraba un viejito y mi padre era un grupo muy bien formado, capacitado y con ganas de seguir viviendo. Pero esa misma idea la tuvieron otras personas y pronto tendríamos que combatir con ellos por un espacio que a nadie le pertenecía.

En nuestro grupo estaba un señor mayor, como les decía, de aproximadamente 65 años, el viejo Jow le decían. Era como si hubiese visto mucha acción en su vida, pero sabía mucho del lugar donde íbamos.

Nos decía que fue piloto, pero cada vez que le preguntábamos de que, él nos decía que era clasificado.

El éxodo fue brutal al pasar el tiempo. Las caminatas ya las hacíamos de noche pues el sol nos derretía, literalmente. De vez en cuando nos topábamos con gente que tenía agua y la intercambiaba por comida, el trueque volvía a ser el tipo de cambio. A esta altura, caminando por el largo desierto, por más de 3 años, ya no eran muchas bocas por saciar la sed. Creo que en ese entonces éramos cerca de 70.

Una de las veces, que caminábamos por el desierto, presencie lo aterrorizante que era el planeta, las miles de cosas que escondían las aguas en lo profundo. Una de ellas era un gran esqueleto en el fondo de un cañón. Media por lo menos 100 metros de largo y 30 de ancho. Más adelante, otra estructura ósea, parecida a un calamar, sus tentáculos median quizás 20 metros de largo. Se podían divisar pues la arena hacia surcos, tal vez si hubiese estado más cerca me hubiesen parecido dunas.

Lo penoso, era que cada vez que llagábamos a algún pueblo o ciudad, que alguna vez fueron urbes hermosas, estuvieran en ruinas, con pocas personas intentando mirar por recovecos. No se exponían ante cualquiera que pasara por sus calles.

Lo bueno de estos parajes era que había sombra gracias a sus rascacielos y si había sombra existía algo de vegetación y si había vegetación podía haber animales. Es ahí donde se pedía permiso para poder cazar algunas especies a cambio de algo valioso que pudiésemos llevar.

Lo extraño de todo esto es que cada vez que pasaba el tiempo seguíamos siendo menos. Algunos se quedaban en los pueblos, pues las tormentas de arena nos alcanzaban y pasábamos días en lugares desconocidos, otros morían de cansancio. Pero el viejo Jow nunca dejo de caminar, siempre nos alentó a seguir adelante, que él sabía que si seguíamos podríamos sobrevivir.

Otros dos años pasaron y Jow cada vez se hacía más viejo, difícil de llevar. Llegamos a pensar, los 50 que quedábamos, que se le había derretido el cerebro pues desde un tiempo hasta ahora repetía y repetía el mismo discurso. Tecla 5 paso 1, encendido, verde, presiona 55. Ya hasta me lo había aprendido de memoria. Después seguía con su fraseo en voz baja.

DISTÓPICOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora